LA U.T.E INSTITUTO DE PEDAGOGÍA
EN LA UNIVERSIDAD TÉCNICA DEL ESTADO
DONDE CURSÉ MIS ESTUDIOS DE PEDAGOGA
LA ESTADÍSTICA
¿EN LOS ANÁLISIS POLÍTICOS?
PRIMERA PARTE
“[…] Cet autre monde ne fera qu’entrer en lumière, quand le notre en sortira. L’univers sera frappé de paralysie…”
Michel de Montaigne
Troisème livre
ESSAIS 1588
Estimados Lectores,
Ustedes no se imaginan lo que pasa en Francia, por más que se conecten a todas las redes que les ofrece el Internet mundial.
¡Francia es el único país de Europa que se creyó capaz de crear un programa de formación de profesores con una licencia de solo tres años! Que imbéciles descarados, y el cretinismo sigue y ahora ha aumentado con las nuevas leyes.
Tres miserables años de estudio de licencia de la especialidad y sin estudios de pedagogía paralelos a lo que se llama alla “la especialidad”.
Estos engreídos se encontraron conmigo cuando quisieron aplanarme diciéndome que “yo no sabía enseñar”, asunto bien paradójico, porque cuando el inspector asistió a mi clase de “Terminale littéraire”, una vez que los alumnos salieron, me gritó como un energúmeno vociferando:
“Vous vous croyez en Sorbonne ici?!
¡Qué bruto!
Le contesté:
No Señor inspector, yo “me creo” en preuniversitario, mis alumnos son ya casi bachilleres y yo no quiero que necesiten un tutor una vez instalados en la Universidad, los tres últimos años de secundaria, yo los consagro, en mi especialidad, a formarlos para dar sus análisis de texto críticos e independientes.
Soy una intelectual y yo cumplo mi deber pedagógico.
“Usted es una grosera como todos los intelectuales”.
EN UN LICEO DE PARÍS 75016 – 1992
MONÓLOGO INTERIOR
Yo no le dije: “yo no soy grosera en nada, en cambio es usted el grosero incapaz, que se atreve a insultarme, porque me cree en un rango inferior al suyo, yo no soy titularizada, ese es el castigo que me impuso Francia por ser una excelente pedagoga de literatura castellana, al lado de mi trabajo usted no es más que un miserable funcionario sádico y envidioso ante una profesora que como eterna extranjera, formada en una universidad del tercer mundo ha venido a darle una verdadera categoría intelectual a su liceo, es usted el perdedor”.
Vean ahora, como soy yo la que tenía razón y no la Educacional Nacional francesa que está en la ruina. Dios castiga, pero no a palos.
Me dejaron con una jubilación de miseria en castigo eterno, creyeron que como otras profesoras me suicidaría, todos ignoran que si hay algo que aborrezco es el suicidio, pero eso es otro tema.
La jubilación de miseria es un detalle, mis capacidades están intactas, mi escritura se ha profundizado con el paso de los años y no dejaré jamás de escribir, para empezar es mi pasión junto con la pintura, si no escribo y si no pinto me muero, ahí si que sería mi fin asegurado.
La escritura es mi deuda para con mis padres, y mis profesores que tanto me dieron y que recuerdo siempre, lamentando no poder contarles. A los que estén aún en este desgraciado mundo… Tal vez pueda enviarles mi libro cuando lo termine.
Cuando todos mis alumnos lograron obtener su bachillerato y que luego recibí las felicitaciones de sus padres, a toda esa MAZAMORRA de funcionarios cretinos, “les fonctionnaires de l’interdit”, citación de Giorgio Manganelli, les paré inmediatamente sus insultos descarados.
Una colega me dijo en esa época: “ellos creen que eres una recién recibida y no saben que no vas a soportar cachetadas ni un insulto a tu profesión”, claro le contesté, eso seria dejarles pasar como verdadera una mentira, Mi padre, el pintor Hernán GAZMURI no se ganó la vida como pintor, no vendió más que tres telas en su vida, se ganó la vida como Profesor universitario de Historia del arte, dibujo y pintura y mantuvo sus tres cátedras entre 1942 y 1973. Fue él fue él, el que fundó el Instituto Pedagógico Técnico que se injertó a la Universidad Técnica del Estado, U.T.E.
Fue Hernán Gazmuri el que fundó el Instituto de pedagogía y estos inspectores cretinos creyeron que iban a menoscabarme, masa amorfa y atado de miserables.
Ahora vengo al tema de la ESTADÍSTICA.
Entre todos los ramos obligatorios de la formación de pedagogía estaba la estadística. Estudiábamos cinco años filosofía, sociología, psicología del niño y del adolescente, Psicología clínica, y ESTADÍSTICA; sin estadística ¿cómo evaluar? Es sin duda una asignatura necesaria para todo profesor de secundaria.
Lo peor es la arrogancia cretina de los funcionarios y ministros que dirigen ese monstruo de la ignorancia nacional que crearon esta sociedad de salvajes, pero no es de la ausencia de la pedagogía francesa y de sus deplorables resultados de lo que quiero criticar esta tarde de sábado, sino de una de las asignaturas obligatorias que estudié junto a todos mis compañeros de ruta de formación pedagógica.
La estadística es la que por todo el mundo se utiliza en las exégesis políticas.
Hay que contabilizar los heridos y los muertos.
Esto va para la segunda parte.
El trofeo que escusa el genocidio y las matanzas son las cifras, vamos, contabilicemos, estamos preparados para ello, pero antes de hablar o de escribir, aquí en Francia y en todo el mundo hay que comenzar por una introducción obligada, de lo contrario les bloquearan en las redes sociales como a mí me pusieron en la lista negra de Twitter, Facebook Linkedin, hay que comenzar por decir:
El HAMAS es un grupo religioso- terrorista.
No señoras y señores, el vocablo “terrorista” se lo ponen a todo acto de violencia.
El Hamas un grupo de monstruos fanáticos que prostituyeron la religión para obtener ganancias políticas de dominación y fue precisamente el que grita ser víctima ad vital aeternam, fue él, el que le dio licencia, dólares y shekels para que gobernase en toda impunidad y destituyera el FATAH, solo que “se les dio vuelta la tortilla” y como un bumerán trágico, les devolvieron el horror por sorpresa, en respuesta a su estupidez del peor de los estrategas políticos que jamás ha tenido “el pueblo elegido”, las ganancias de shekels les permitió llevar a cabo el horrible pogrom, “copier -coller” de los pogroms de Rusia.
Esto va para la segunda parte de mi crítica, para más tarde.
Carmen Florence Gazmuri Cherniak
