CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

Escritos literarios – críticos, anuncios de nuevas publicaciones, libros editados. Artista-Pintora. Telas al óleo, gouaches y dibujos

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LA TEMPERANCIA Y EL LENGUAJE

7 Febrero, 2023 (12:42) | Non classé

LA TEMPERANCIA

 

 

 

Y EL LENGUAJE

 

[…] Cette déclaration surréaliste, dans un contexte d’une crise de société gravissime qui secoue la France populaire, soulève d’inévitables questions sur le niveau intellectuel de la classe politique française. Car la députée est loin d’être la seule. La stratégie de la provocation, qui consiste à faire parler de soi à n’importe quel prix, y compris celui des pires aberrations, est désormais banalisée. Les coups de communication se traduisent par des paroles ou les gestes souvent absurdes, symptomatiques d’un déclin du niveau scolaire des hauts dirigeants, comme des élus nationaux dans leur ensemble.

                              «L’effondrement du niveau intellectuel de la classe politique est une menace pour la démocratie»

Par Maxime Tandonnet

Publié le 02/02/2023 à 14:50, mis à jour le 02/02/2023 à 15:28

 

« La douceur considérée dans ce livre est une attitude humaine et, relève du domaine de l’éthique »

« Pourtant, à travers tous ces débats, la douceur ne cessait de gagner. Écartée d’un domaine, elle s’épanouissait dans un autre. Bientôt les vertus qu’elle inspire devenaient le symbole de la civilisation et le signe même de la Grécité, opposée à la barbarie. »

                                  La douceur dans la pensée grecque.  Pp. 2.4

                                                      Jacqueline de Romilly

                 

Estimados Lectores:

Me permito copiar esta larga citación del gran ensayista Maxime Tandonnet, (encontraran fácilmente su biografía y trayectoria intelectual)  que acaba de publicar en Figaro Vox, para ustedes lectores extranjeros que siguen pensando como yo, hace cuarenta años que aquí en Francia se guardaba lo esencial de la cultura europea como herederos del sócalo humanista de Grecia antigua. Cuando llegué a Francia, hace más de cuarenta años, el costalazo intelectual fue para mí brutal y lo estoy sufriendo ahora más que nunca, porqué llegué al “terminus”

Maxime Tandonnet ha publicado hace solo cinco días un análisis soberbio  sobre el comportamiento político francés, al que adhiero y hago mío, porque conozco mejor que nadie las causas; profesora de castellano diplomada con la excelencia exigida en la que fue mi universidad de origen “el instituto de pedagogía”de la U.T.E. la actual Universidad de Santiago, fundado en el año 1942, por el Profesor universitario de Historia del arte, dibujo y pintura, el pintor Hernán Gazmuri, me otorgo el derecho de ejercer la crítica social e intelectual en este mi país de adopción.

Siendo el castellano no solo mi lengua materna sino mi idioma profesional de profesora y de poeta, género supremo de perfección del lenguaje, entregué a mis alumnos un lenguaje de excelencia heredado de mis maestros de Santiago, creo haberles dado un homenaje de gratitud intelectual perenne con mi quehacer pedagógico; es por esto que el contraste con el mundo de la pedagogía francesa provocó un rechazo inmediato con el que me recibieron y fue motivo de ruptura entre mi trabajo y la jerarquía de  los rectorados. Esta ruptura, venida solamente de ellos, es la causa de que me dejaran con una jubilación de miseria.

Es por mi conocimiento profundo del origen de este rebajamiento intelectual que cuando leí este análisis, no pude dejarlo en silencio y me debo el publicarlo y hacerlo conocer especialmente para el público extranjero que sigue idealizando Francia.

Lo esencial se produce en la escuela, el colegio debe dar las bases de la enseñanza del idioma nacional; sin este perfecto dominio de la lengua materna, y del sócalo cultural que ella transmite en su literatura, la que se amplifica y profundizar en el liceo, antesala de la universidad, centro de privilegio del pensamiento humanista, es el resultado final y éste como lo es ahora, no puede seguir siendo uno de los más mediocres, porque sus dirigentes se han encargado desde hace más de cuarenta años de borrar el pasado para instalar su ideología de la nivelación por lo más bajo, la escuela, el liceo son los receptáculos de ese laboratorio de la MEDIOCRIDAD, el método de nivelación por lo más bajo y mediocre es el terreno de excelencia de la “ignorancia”.

La ignorancia nos será exigida como curriculum vitae y necesario a todo profesional, yo no sabía al llegar a Francia que la mediocridad y la ignorancia me serian exigidas por la jerarquía de la Educación Nacional como cédula de identidad indispensable para ser aceptada en el centro de estas nuevas élites intelectuales y políticas.

El lenguaje de los profesores en los “consejos de clases” de los liceos se ha extendido al hemiciclo, el falso discurso político que se da a conocer de “casi” la totalidad de  los diputados la  Asamblea Nacional, nos da el triste espectáculo de una mediocre sesión de un consejo de clases de un vulgar liceo público.

  He sido profesora de secundaria, profesora de la enseñanza media, allí donde se prepara el pensamiento universitario, profesión para ganarme la vida que elegí por vocación. Al llegar a Francia en lugar de acogerme, la jerarquía de la ilustre Educación Nacional, me regaló el desprecio y no solo fui despreciada, sino rebajada en el seno mismo de esta Educación Nacional y durante años de ejercicio, trabajando en puestos precarios e inciertos, desarrollé sin el más mínimo desánimo, mi rol de pedagoga enseñando el castellano,  dividiendo en dos mi enseñanza, la primera destinada a “pasar el programa” para que mis alumnos “pasasen su BAC español” y dándoles en la otra mitad, mi verdadera enseñanza, esa que les serviría  para su desarrollo personal del aprendizaje de una lengua extranjera, de una toma de conciencia de lo que transmite otro idioma, trasmitiendo otra cultura, otra voz literaria, otro acento enriquecedor.

Esta transmisión dio sus frutos, encontré dos antiguas alumnas doctoras de universidad perfectamente diplomadas. Esto lo logré fundada en mi verdadera pedagogía que les hacía comprender y “amar el castellano” para emplear las palabras que ellos mismos me decían.

Este ensayista, Maxime Tandonnet inculpa la degradación de lenguaje de la clase política al fracaso y mediocridad de la escuela francesa; verdad indiscutible.

Este fracaso y mediocridad se traduce en profesionales que nos revelan su precaria cultura, su mediocre lenguaje, resultando una degradación del pensamiento. La riqueza de lenguaje es el producto de un conjunto de elementos que darán como resultado hombres y mujeres que se expresan por medio de una palabra de primer orden, es decir, un lenguaje escogido, en que la temperancia transmite un pensamiento excelso.

Lo que escuchamos cada día en entrevistas y fórums televisivos es de una mediocridad aplastante y es lógico que la nación entera se desilusione, porque una persona que se expresa con altura y dignidad no puede más que crear lazos perdurables entre su posición política y el pueblo.

La oratoria es fundamental en un político, donde su misión es convencer y transmitir ideas por el bien común.

Es indigno que hombres y mujeres que tienen puestos de alta responsabilidad en política se tomen el derecho y la libertad de rebajar el lenguaje, ellos representan Francia a titulo nacional e internacional, y la falta de maestría de la lengua refleja una carencia intelectual incontestable.

Cuando llegué de Chile, recién recibida con una formación en la que nuestros profesores exigían de nosotros la excelencia y no este relajamiento como signo de “libertad”, me di cuenta de esta carencia y falla intelectual en un solio instante y les debo confesar que fue mi primer costalazo intelectual, no podía creer que en esta Francia heredera de André Malraux, pudiesen expresarse con tanta mediocridad empleando un lenguaje que se extendía entre lo trivial y lo grosero, aceptados con gran tranquilidad como elementos constitutivos del carácter francés.

Que exista la élite intelectual y que tengamos intelectuales y algunos pocos escritores que mantienen el nivel supremo del lenguaje no nos salva; ellos son raras veces leídos, no son difundidos en la enseñanza pública, que es el centro donde se deben producir los grandes cambio y revoluciones del pensamiento.

Este análisis de Maxime Tandonnet me deja con la profunda convicción, acentuada ahora más que nunca, de que, sin una toma de conciencia nacional en vía a generar cambios trascendentales en la escuela, desde hace decenios en secuestro por mafias institucionalizadas que impiden toda tentativa de cambio.

Estas taras y vicios de lenguaje y de pensamiento se agravarán en lugar de elevar hacia las cimas de la perfección la sociedad francesa, esas donde Francia estaba hace años y que promovió tantos sueños, creó tanto idealismo, ahora centro de desilusión y de tragedias intelectuales.

La herencia griega, esa de la Grecia antigua de las que somos herederos de su “temperancia”, fue transmitida para despertar las conciencias. Es la enseñanza y elogio que le dio durante toda su vida intelectual Jacqueline de Romilly quien nos habla en su ensayo de “La douceur dan la pensé grecque” deberían tomarla como línea de conducta política y como guía de pensamiento intelectual, porque la política que es por esencia “la organización de la ciudad”, es la que exige una toma de la palabra, la palabra es la  que define al individuo y al político, quienes al igual que un profesor,  tienen la misión, el atributo y la obligación hacia esta toma diaria de la palabra, éstos tienen la obligación, junto con la difusión de sus ideas políticas, del mensaje intelectual o pedagógico, de elevarla, sostenerla y difundirla con mérito personal hacia la perfección.

Carmen Gazmuri

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