ASEPSIA VIRTUAL
ASEPSIA VIRTUAL
Estimados Lectores de lengua hispana,
Yo no llegué a Francia motivada por hacer una carrera de poeta-escritora en lengua francesa, idioma que estudié en mi país de origen en el Instituto chileno francés con el método audiovisual, rápido, somero sin práctica al escrito; ahora lo que he logrado en la escritura me lo debo únicamente a mí, ya que soy enteramente “autodidacta”.
Que esto quede claro.
Mis estudio del francés en mi país de origen, lo hice sustentándome en el método audiovisual el único que se enseñaba en esa época, me refiero al 1979; cursos que seguí para desenvolverme en mi inserción en Francia y no depender de nadie para ejecutar mis trámites administrativos, lo que no fue por ejemplo el caso de mi padre, y menos aún el de mi madre, que fue totalmente bilingüe ya que ella había estudiado el francés desde sus dos años con una gobernanta francesa, forma de aprendizaje que la hizo dominar el francés al escrito y al oral perfectamente, cuando Mamá hablaba en francés su expresión era perfecta y sin acento, lo que no es mi caso.
Todo este preámbulo para decirles que siendo mi trabajo literario tan importante como mi trabajo pictórico y que además mi idioma de profesión es el castellano, ya que soy profesora de castellano, es absurdo y ridículo lo que pretendí, proseguir la escritura de mis libros en francés, lengua que no es la mía y que, como lengua prestada, me obligaría a depender de un “corrector” en permanencia; lo que es otro absurdo grotesco e insoportable, que me desvaloriza enterantemente porque siendo experta en mi lengua materna, no tengo porqué asumir el error garrafal que cometí en mi juventud, el de sacrificar todo para venir POR LA PINTURA y agregarle otro, el de intentar de proseguir mis trabajos literarios en francés, idioma que ejerzo al escrito de manera imperfecta.
a instalarme en París, otro error ya que mi único interés fue vivir en París, para desarrollar mi profesión de artista-pintora, idealizando Francia como una idiota, ignorante absoluta que yo era de las modalidades políticas francesas, jamás pensé que París sería gobernado por arribistas y rustros que dirigirían la capital con intereses creados, dejándome en el “destierro.” Ese es un capítulo aparte. Las peores desgracias me las hicieron vivir en París, Colmar aparte por supuesto, esa tragedia la conté en un libro testimonio que publiqué en 2011 y la segunda desgracia de Colmar la descubro en la novela La Señora Y, la Hiena y Crápula de Colmar, desde que la traduzca al español la publicaré.
En el año 2005, un experto en informática me creó el sitio dedicado a la memoria del pintor Hernán Gazmuri: www.hernan-gazmuri.com y, éste mi sitio literario. Es él que desde hace tantos años continua a la manutención de mis dos sitios informáticos.
Este fue mi segundo error de estrategia informática, el haberlo creado en francés. luego de haber intentado infructuosamente de surgir como poeta-escritora en francés, recurriendo para ello a un “corrector”, en este mal llamado “país de adopción”, digo mal llamado, porque cuando cuando se adopta a un ser humano que lo da todo para ser aceptado, una adopción exige un intercambio de equitativo de obligaciones y de derechos, en mi caso la obligación la cumplí sólo yo, y el país de adopción esquivó su “responsabilidad”, huyó sus deberes para con mi persona, y fue aún más lejos, los “responsables” motivados por celos y sadismo, me impidieron con alevosía toda posibilidad de desarrollo de mis dos artes, la pintura y la escritura.
Todo debe tener un fin. Es la edad que me dio la orden de olvidar todos mis proyectos de juventud. Hay que vivir con nuestro tiempo, y con lo que nuestra edad nos dictamina. Tengo 67 años, poco tiempo me queda para crear todo lo que tengo proyectado, me falta tiempo para llevar a cabo mi trabajo; es ya la edad de pensar más bien en la tumba que en la posibilidad de que en Francia la situación política se componga y que no siga descomponiéndose a este ritmo.
De Francia ya no queda nada. Y la situación artística decadente es cosa absoluta e igualitaria en todos los países del mundo: mediocridad de pensamiento, ausencia de teorías plásticas y literarias, puesta en en primer plano de lo feo, lo que prima es la ausencia de belleza y de técnica, es decir la ignorancia mayúscula como primer elemento de predilección de los ignorantes y dirigentes politiqueros y de multinacionales que llevan las riendas de todos los centros culturales, bienales, galerías, concursos, becas, casas editoras, etc, etc.
Habiendo ensayado todo para obtener la recompensa que merezco, dejé esta sociedad inmunda aparte.
Ahora vivo en ermitaña, me dedico exclusivamente a dos cosas, a salvar la tumba de mi madre de los cuervos que quieren abrirla, tomar la concesión y desalojar su ataúd a las llamas si no les pago les 7680€ que faltan para hacerla “perpetua” ya que esa es la ley funeraria francesa, “c’est pour tout le monde pareil, il faut payer!” dicen los cuervos.
Yo sigo trabajando arduamente mi pintura y mi escritura, trabajo que me toma todas las horas del día que para mí comienza al alba; llevo una vida austera y estrictamente ordenada, yo no sé lo que es el descanso y por falta de dinero menos aún lo que son “las vacaciones”; hace 40 años que no veo el mar. Tragedia para mi del orden de lo absoluto.
Ahora debo contarles algo importante, es sólo esta semana que comenzó a limpiarse este sitio, ha tomado tiempo, pero un poco menos del que tuve que esperar para que este sitio literario fuese puesto en un buen lugar en el aire virtual. Ahora que escribo únicamente en español los lectores franceses comienzan a desertar, por fin, mis lectores se alojan en otras partes del mundo, gracias, ustedes me dan un aire nuevo, refrescante y muy reconfortante, gracias a sus lecturas lejanas me siento un poco viviendo en sus países.
Y gracias especialemente a ese lector ruso que, lejano y escondido en la nieve sigue fielmente mis escritos virtuales.
¡Hasta pronto!
Mi nombre Nadezhda lo llevo bien por algo… ¿No lo creen?
Nadezhda Carmen Gazmuri-Cherniak
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