BIBLIOTECARIAS – ROBOTIZACIÓN-TRANSPORTES PÚBLICOS- HLM- TRABAJO ARTÍSTICO – ¡LA EDAD!
BIBLIOTECARIAS
ROBOTIZACIÓN INTELECTUAL
“No sé, no soy yo la que escribí el libro”
Estimados Lectores:
Ayer , después de haber recuperado mis maravillosas fotografías, antes de volver a casa me fui a la biblioteca, esa a la que voy desde hace 10 años, en la que me inscribí cuando vivía en Paris. El vivir en esta comuna maldita ha sido un accidente del que confieso ser la única responsable, ya que el día que acepté este HLM F3, lo que me permitiría pintar, porque en Paris desde 2013 vivía en una pieza HLM de 16m2 habitables, y durante 8 años no pude pintar nada, vivía en una caja de zapatos. Ese es el sistema de atribución de las HLM el sistema DALO, que piensa, si a eso se le llama PENSAR, en sus “criterios de atribución” que una vieja como yo, no necesita mas de 15m2 para sobrevivir.
Es preciso decir que tengo un año menos de edad de los 70 de la mujer del Presidente de la República y un año menos de ciertas actrices de cine que están hoy en día en le afiche.
Vayan a decirles a ellas que ya están VIEJAS y que sería bueno que se escondan y que dejen de mostrarse, lo que yo trabajo no es el hacer la figuración sino un verdadero trabajo artístico que más encima no me es remunerado.
Sería una medida de mínima inteligencia que se callasen, y que me dejasen vivir en paz mis últimos años. Vivir en paz no cuesta nada, lo que les pido es que dejen de decirme idioteces de ese calibre: que deje de pintar y de escribir. Y que regale mi biblioteca y mis cuadros para reducirme en los m2 ¡Váyanse al diablo!
La imbecilidad institucionalizada, y para colmo esos imbéciles me dicen que mi pintura es” UN LOISIR”, algo así como tejer o bordar para no “aburrirse” (¡) y que puedo perfectamente dejar de pintar porque, a mi edad avanzada ¡debería regalar mi biblioteca a una asociación y mis cuadros regalarlos a un EHPAD para decorar sus muros!
Ese es el “pensamiento” de la administración que decide en Paris a quién le dan una HLM (Habitation à Loyer Moderé)
Ahora son los refugiados ucranianos los que reciben todo gratis, supe que une “pintora” ucraniana ha obtenido una galería gratis para exponer sus “obras”.
Prefiero ahorrarles la descripción de lo que pienso, esa daría par un libro.
No nos alejemos del tema. Es por eso que acepté ese HLM, me contaron maravillas, todo es falso.
Me dijeron que la facilidad del transporte estaba asegurada, y que tal como ocurre con el transporte parisino, en que la cadencia de espera de un bus no es superior a 5 minutos, y la del metro jamás superior a 2 minutos, aquí en cambio los minutos parisinos se transforman en HORAS.
¡En esta comuna debemos soportar entre 30 y 50 minutos de espera del bus!
Sacando la cuenta con reloj en mano, para llegar a la estación de trenes que nos llevan a Paris, en total con las esperas, debemos contar cuatro horas,! ¡Llegaría antes a Bretaña en TGV!
Un ejemplo factible y ejemplar porque lo vivo a diario: el otro día salí de casa a las 8 de la mañana, entre llegar al paradero del bus, esperarlo, llegar a la estación, esperar el tren y llegar a Paris, debí soportar cuatro horas. Porque hay que contar también con la supresión de trenes, y el retraso de une media hora suplementaria, estos salvajes hacen lo que quieren.
Todo lo que me dijeron sobre esta comuna fue falso.
El edificio está muy alejado de la estación, los buses son escasos, se repletan de gente que se agolpa y se empuja y hay que esperarlo de pie, mas de media hora, esto dejando aparte los otros inconvenientes que no me interesan más que a mí.
El peregrinaje una vez llevado a término, llegué finalmente a mi biblioteca para pasar allí todo el día, conexión Internet gratuita me obliga.
Ayer, el trayecto fue fácil porque estaba ya en París.
Un robot, me había avisado que la reservación de un libro que hice hace un mes estaba en el escaparate esperándome, porque ahora, los bibliotecarios son ayudados por la robotización intelectual.
Esta biblioteca fue restaurada, está dotada de bibliotecarios bien amables, pero ayer, cosa de excepción, me toco una joven que me dejó helada con su respuesta, esto parecería una “anécdota” sin importancia, pero dado que ustedes creen bien equivocadamente, que París es un centro cultural que merece ser visitado, les recomiendo que se queden en su terruño, ¡los países que antes se llamaban “del tercer mundo”, han superado Paris!
El libro en cuestión es especial, se trata de un método para aprender solos el ISLANDES; el préstamo, dura un mes como máximo, nadie va a aprender una lengua en un mes, si lo pedí prestado fue para ver como esta compaginado y programada la pedagogía. El precio es de 35€, así es que antes de decidirme a comprarlo en la Fnac, hay que estudiar bien el asunto. Hoy comenzaré en mi tiempo de recreo a ver si vale la pena sacrificarse en una compra que para mí es una fortuna, ya que me resta para editar mis propios libros
Cuando el ROBOT nos avisa por Internet o por SMS que el libro reservado ha llegado, nos dirigimos a un estante de la biblioteca donde por orden alfabético se encuentra el libro con nuestro nombre.
Veo en la tapa que dice A2, esto me hace suponer que existe un tomo A1. Dado que la información no aparece en la contratapa, me dirijo al acojo donde frente a un computador está una joven “bibliotecaria”.
Le pregunto:
Buenos días, dígame por favor, este tomo dice A2, supongo que existe un tomo A1, ¿para principiantes?
Elle me mira y me dice con cierto desprecio en la mirada:
Mire, no sé, no soy yo la que escribí el libro.
No pude creer lo que escuchaba…
Me dije en mi interior: o es idiota o perversa.
Yo creo que las dos cosas al mismo tiempo.
La miré y le dije: tendría usted la amabilidad de ver en su computador si existe otro volumen, porque en materia de islandés, soy una absoluta debutante, no conozco nada y me propongo estudiarlo sola.
Entonces, ante mi mirada insistente, se vio obligada a buscar en su computador y luego de verla teclear rápidamente, me dijo secamente: no, no hay otro volumen, es el único volumen existente.
Si a esto se debe llamar una “bibliotecaria “, que le responde a una lectora: “no sé porque no soy yo la que escribí el libro;” es para tirarle el libro sobre la mesa y e irse para nunca más pisar esa biblioteca, pero no puedo, es la más accesible y además tengo el Internet gratuito.
Carmen Gazmuri Cherniak
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