CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

Escritos literarios – críticos, anuncios de nuevas publicaciones, libros editados. Artista-Pintora. Telas al óleo, gouaches y dibujos

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CARTA DE PARÍS – LA EXPOSICIÓN DE MUNCH

29 Enero, 2023 (05:41) | Non classé

 

    CARTA DE PARÍS

 

Algunas reflexiones sin ninguna importancia.

 

Estimados Lectores de lengua hispana:

 

Cuando un cura ruso me dijo hace seis años, que yo estaba equivocada y que no conseguiría nada con mi pintura en Francia, no le creí, y seguí insistiendo, me dijo: “Nadezhda, vous devez comprendre que la peinture c’est fini, il n’y en aura plus de peinture à la manière comme vous l’entendez.”

Cierto, él tenía toda la razón.

Cuando llegué Paris,  estaba con toda la esperanza de la que no conoce por experiencia de vida la realidad, una vez que se reciben cachetadas, hay que comprender, y darle la espalda a todo posible proyecto.

“Je veux étonner Paris avec mes pommes »

Que risa me da el haber adoptado la devisa de Cézanne.

Llegué confiada en mi trabajo y en mi talento. En la enseñanza de mi padre que me dejó poseedora de su herencia, es decir de su enseñanza, y además aquí el “massier” de Yves Brayer, al verme trabajar en el taller me dijo:” tu dois poursuivre , car tu a non seulement le talent , tu as l’héritage de l’enseignement de ton père, tu ne peux pas demissionner, tu as une misión donc une grande responsabilité”.

Estoy atrapada.

Fue no solo el deseo de pintar, sino la conciencia de que es imposible no seguir trabajando para resolver problemas plásticos, es lo mismo en la literatura, las palabras me asaltan, los temas me acosan y me mandan, el problema es que no puedo retirar ni decirme, bueno desde mañana no pinto ni escribo nunca más, me retiro, no pintaré ni un solo cuadro más, y no escribiré ni un solo poema más, me retiro de todo trabajo estético.

Lo he pensado, he tratado, pero me es imposible.

El resto, fuera de la pintura y la literatura me es indiferente.

Al final, tuve que crearme mi nueva vida soportando la catástrofe de mis duelos, al final no habiendo tenido como mi mejor y única amiga, solamente a mi madre, y que no he tenido nunca “amigas”,  “copines”, me es perfectamente indiferente “no hacer vida social”, vivo en ermitaña  sin hablar con nadie, pero si llegase a faltarme la paleta de colores, y el computador para escribir por un grave infortunio, no quiero ni pensarlo, si me faltase  mi paleta y mi computador en el que verso mi vida entera, porque mi vida es solo un mundo de palabras, me moriría, de eso estén seguros. Como le digo siempre al señor que me creó este sitio literario y que se ocupa de vigilarlo constantemente, le digo siempre: por favor cuídemelo porque mi sitio literario es “ma résidence sécondaire”, este sitio me mantiene en vida. Yo sé que lo cree…

Hoy quiero contarles algo importante, la semana pasada fui a ver la exposición de MUNCH, me juré no pisar nunca más un museo ni ir a ver nunca más una exposición, fue una verdadera tragedia.

No esperen que me ponga a escribir una crítica pictórica de este pintor, cualquiera puede conectarse a Wikipedia y con esto les bastará.

Lo que yo piense de pintores no le interesa a nadie, lo que yo pinte tampoco.

Pero, lo que viví al ir a esta exposición sí que es bien interesante.

Es esta crítica la que debo dejar bien escrita, crítica societal de lo que pasa aquí en París, la vida cultural en París se volvió un verdadero desastre.

El escritor Philippe Sollers, ha sido el único que ha dejado inscrito para la posteridad lo que ocurre con las grandes exposiciones parisinas: “un hecho turístico”, “la foule,”, y no es porque el museo se llene de turistas, es porque la actitud del francés es un pensamiento turístico del arte.

No existiendo sensibilidad y menos aún la necesidad de arte, ya sea como simple “amateur” o como “creador”, el entrar a un museo en que se exhibe un pintor de fama, lo toman como una referencia social de la que podrán vanagloriarse conversando de que fueron a ver tal o cual pintor.

La estupidez al grado más absoluto.

Sali del metro y al entrar al museo fue peor, no hay ninguna diferencia con el metro en hora  de afluencia máxima, la exposición de Munch estaba repleta, ante cada cuadro había una masa compacta de gente, tres filas de personas amontonadas, y detalle importante cada una sacando fotos con el smartphone Apple!!

Esta masa compacta de gente se movía en un flujo continuo, porque para cada uno de ellos, ¡el cuadro no merece más de unos diez segundos de atención!

Comencé a ponerme nerviosa, porque sufro de claustrofobia y los recintos herméticamente cerrados y más encima llenos de gente idiota me desespera, así es que opté por arrancar lo más rápido posible, no podía moverme entre toda esa masa amorfa, en salas alumbradas a media luz.

Cuando por fin salí al aire, recuperé mis fuerzas.

El metro me pareció menos repleto y mas soportable que el museo, con esto lo digo todo.

Juro que nunca mas iré a una exposición.

Ahora es mucho más útil ir al cine; en cas puedo ver las películas de Dinamarca y Suecia, mi pasión son las series de países nórdicos, los actores son los mejores del mundo. Me juré nunca mas escribir sobre pintores, he cambiado mi registro por el cine. El último filme que fui a ver fue Godland.

¿Un ejemplo?

La serie bien conocida “Born”, The Killing, “Au nom du père» son magnificas y los actores de primer orden.

En la Arte, cadena francoalemana presentan series nórdicas constantemente, estoy viendo la serie de Noruega “Acquitted”, son verdaderas obras literarias, muchas de ellas poseen trazos de tragedias griegas, son toda mi delectación total.

 

Carmen Gazmuri

 

 

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