DIARIO PARÍS 28 DE ENERO 2023
DIARIO
28 DE ENERO 2023
Estimados Lectores :
Un fin de semana que paso en casa, fue una semana fatídica, no por haber cumplido un año más y que me quede un año menos de vida y, un año más en que avanzo rápido, muy rápido y directo al cementerio. Esa es la pura verdad de los cumpleaños de los viejos.
Pero esto que hoy les confío queridos lectores, no se lo digo a nadie, recibí muy educada las congratulaciones, es lo necesario para quedar conforme con las buenas maneras; ante las felicitaciones de personas bien intencionadas que te regalan frases para decirte que te desean lo mejor el día en que oficialmente eres más vieja.
¡No les vas a desplegar un papiro filosófico! Ni les vas a subrayar tu pensamiento a la Cioran con una lista bibliográfica adjunta, se quedarían espantados y llamarían al servicio de las urgencias médicas, tratándote de loca con una Alzheimer naciente…Pidiéndole al Prefecto que te interne de oficio y directo en el manicomio, porque tu discurso filosófico de lúcida anarquista demuestra claramente que eres un peligro para tí misma y un evidente peligro societal.
Ante gente tan bien intencionada y delicada, que por lo menos se acuerda de ti el día fatídico de tu cumpleaños, no te queda otra que agradecerles correctamente cumpliendo con las fórmulas versallescas.
No, mi semana pasada fue la semana de las gabelas administrativas; virtualmente y no de presencia, porque ahí la situación se volvería ácida e irreversible.
Mi lucha se desenvolvió por cartas, mis largas cartas, en las que yo en mi redacción, pidiéndoles la corrección de mi identidad, me puso en la calidad de su “Jefa de Servicio”
¡Si yo lo fuera, ya las habría licenciado a todas con un aerosol, antivenenoso contra reptiles como las Serpientes y desde hace ya bastante tiempo!
Yo no cambié mi primer nombre, como lo interpreta sin leer bien los documentos, lo que hice fue borrar el que de manera arrevesada y ficticia había borrado CARMEN lo que fue un sacrilegio que hoy está bien corregido.
Carmen fue el nombre que escogió para mí Mamá, le encantaba, y Papá me dio el nombre de Florence por la ciudad italiana que él adoraba, y es el que uso para la pintura. Desde mi nacimiento, mis padres adivinaron cuales serían mis dos actividades, Carmen para la poesía, Florence, para la pintura, y ellos sellaron en mi acto de bautismo, mi ruta existencial.
Carmen, en latín quiere decir POEMA.
En el registro civil y en el primer acto de bautismo es mi nombre Carmen el que aquí en Francia el que provoca disturbios y equivocaciones y que frente a las oficinas de las Serpientes, el haber cambiado definitivamente mi primer nombre en mi cédula de identidad en agosto pasado, provocó un terremoto administrativo, las mujeres de la administración que no saben trabajar ni leer los documentos administrativos, pero que si saben contarse sus cuitas amorosas (para nombrarlas en un eufemismo conforme al público), prolongando sus pausas-café, quedaron inactivas tres meses, luego se equivocaron, me pusieron cuatro nombres y cuatro apellidos, la revolución de equívocos administrativos de las Serpientes, me provocó un golpe durable de adrenalina y un gran vacío en mi bolsillo.
Dejando por fuerza el poco dinero con que contaba para terminar el mes, más o menos tranquila, debí gastarlo en correos certificados.
Tuve que devolverles todos los documentos en cartas certificadas con recibo de recepción, y pedirles que corrijan, claro que los pagos de correos certificados son todos a mi cargo, facturados no solo por el alto precio, sino que éste aumenta por el peso, así es que gasté en todo esto, casi 200€ en cartas certificadas, y, ¡no a mis amantes, sino a las Serpientes!
Déjenme la libertad de reír, mi sentido del humor es mi defensa para no naufragar en la sombra insondable de la desesperación. Sí, porque nunca nadie ha comprendido que si río es por no llorar, como los payasos.
En fin, Mamá me aconsejaba que, ante las dificultades, luego de haber hecho todo lo que nos corresponde, es mejor someterse.
Papá, bien por el contrario, tomaba el toro por las astas, él me enseñó a luchar sola, y a mi dieciséis años, me llamó a su escritorio y me dijo: “ Ven aquí mi niña, yo ya estoy viejo, tu te quedarás sola, deberás aprender a luchar sola sin mí en la vida, te voy a enseñar a escribir cartas, porque en la vida, la lucha es permanente.”
Y fue así como fue y como es hoy, mi manera de comportarme en cuestiones existenciales y amorosas, dejo todo al curso que elige el destino…. Gracias a los consejos de Mamá.
Hoy, practico del día a la noche los consejos de Mamá que me sirven para mis asuntos personales, en los que dejo hacer al destino, sin oponerle la más mínima resistencia, lo que antes en mi juventud pasada me era impensable, hoy no gasto mi energía afectiva ni por un segundo en amores y, es todo lo contrario lo que hago en la lucha cotidiana, para no someterme a la adversidad, sigo los consejos de Papá, y es así como sigo y ustedes me ven, luchando continuamente tal como debo hacerlo para no dejarme atropellar gratuitamente, siguiendo los consejos anarquistas y viriles de Papá. y es como me balanceo sola en mi vida, en un constante movimiento en que lucho sola, perfectamente sola y firme como un roble, por mantener mi equilibrio.
Carmen Gazmuri Cherniak
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