DIARIO SÁBADO 31 DE DICIEMBRE 2022
DIARIO
SABADO 31 DE DICIEMBRE 2022
Estimados Lectores:
Ayer fui por última vez a la biblioteca de París. No creo que tenga tiempo la próxima semana de este nuevo año, tengo mi agenda completa de gabelas ya programadas para toda la semana, es la semana del pago de la jubilación, mi semana parece un embutido donde la cantidad de citas y enredos se prolongan porque los viajes desde esta comuna maldita hasta París me roban cuatro horas en el transporte.
Veré si me puedo reservar un corto pasaje a la biblioteca para publicar estos artículos.
Saqué gratis en préstamo cinco DVD para verlos por las noches, mi poste de televisión esta negro cortado por la mitad, porque en el primer cambio, le dieron un golpe los de la mudanza, pagada a bajo precio y quebraron la Dalle, la parte más importante de la tele, así es que los títulos no los veo si el film es extranjero sin traducción audio en francés. Por suerte estos DVD están en francés, que tenga un día dinero para comprarme otro televisor es lo más improbable, el más barato y el de más reducida pantalla cuesta 200€, eso yo lo gasto en telas y colores o en la edición de mis libros de poemas, no en un televisor, jamás.
Y cuando me mude de aquí, no firmaré nunca más otro contrato de electricidad, con el fraude del EDF me basta, no voy a arrastrar otro fraude a mi nueva casa, por nada del mundo y todos los servidores de energía son unos ladrones, yo no estoy dispuesta a pensar en las facturas exorbitantes, sorpresivas, fraudulentas y abusadoras, se acabó el festín de abogados y de tribunales. El regalo educativo más valioso que me dio mi padre fue el de saber vivir sin electricidad, en la Cabaña de El Quisco donde pasé los veraneos durante toda mi vida en Chile, en la cabaña naranja, papá no quiso instalar la electricidad.
Vivimos perfectamente sin ese confort que mi padre quiso reservar únicamente para la ciudad, para nuestras dos residencias en Santiago y sus afueras.
En los veranos, largos veraneos de tres meses, vivimos sin electricidad.
Cuando una vez yo reclamé, papá me dijo seriamente: «Beethoven y Mozart escribieron todas sus sonatas y sinfonías sin electricidad”
Punto final de la discusión.
Me fui calladita sin protestar, es claro que si Beethoven y Mozart vivieron como los más grandes creadores de la música sin electricidad son hechos indiscutibles, ahora yo, pobre ciudadana francesa adoptada por Francia y que me acogió como una hija con todos sus derechos de ciudadana salvo el de no ser atropellada por los servidores de la energía, me corresponde el silencio y el quedarme sin electricidad viendo como todos los franceses se quejan de los euros que les roban mensualmente.
Yo me estoy preparando con logística seria para afrontar estoicamente mi nueva vida sin electricidad, lo único que lamentaré es privarme de mirar mis thrillers en DVD que me fascinan. En fin, cuando no se tiene dinero, hay que saber arreglárselas.
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