CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

GRABACIÓN  LONDRES 1978

 

 

 

 

 

 

EL AMARILLO CHILLÓN

NO TIENE LUGAR

 

EN LA CASA DE DIOS

Estimados Lectores de lengua hispana:

Me esperé todo salvo eso que llaman símbolos modernos en la Abadía de Westminster, el amarillo chillón me perturbó al extremo durante toda la ceremonia de coronación del Rey de Inglaterra.

Debería estar acostumbrada, pero no, la verdad es que mi “modernidad” la practico únicamente frente a mi caballete cuando pinto o cuando en conversación con Dios escribo durante horas.

Discutir lo que es la modernidad nos llevaría horas, lo único que interesa decir es que en la casa de Dios, sea esta, abadía, catedral, iglesia, templo o parroquia, su interior debe ser dedicado únicamente a lo sagrado, todo símbolo partidario ligado a un país, concepción política deben ser absolutamente proscritos, eso déjenlo para la agorá, eso se discute, se alaba y se promueve el la ciudad, no en la casa de Dios.

Es lo único que tengo que decirles.

Ante este error y caída oficial de la realeza me quedé como piedra.

Esta torpeza imperdonable fue tan absurda como lo fue la vestimenta de las dos representantes de los dólares.

La llegada de las representantes de los dólares, de la Coca-Cola, del Microsoft y de las hamburguesas que obligaron al mundo entero a cambiar sus costumbres alimentarias, obligando a gente antes moderada, a abrir sus hocicos para tratar de atrapar esos emparedados de tres pisos de los que, una vez dentro de sus hocicos, les hace corre por el cuello los litros de ketchup, fue algo tan estúpido que el color amarillo y azul quedaron sucios de todo ese simbolismo de embutido, es eso lo que representaron.

Que la Abadía haya sido cubierta de ese amarillo chillón fue una de las mas aberrantes y graves torpezas reales.

Pobre mundo equivocado.

El populacho se regocija cuando la aristocracia se autorrebaja, entonces dicen complacidos que es “muy moderno”.

Tengo el largo fin de semana para limpiarme la mente escuchando a Bach.

Carmen Florence Gazmuri Cherniak