EL AZAR ES LA DESCRIPCIÓN DE ESTE AMOR DE INVIERNO
EL AZAR
ES LA DESCRIPCIÓN DE ESTE AMOR DE INVIERNO
I
Este amor
No era un amor doméstico
No hay nada que lo rebaje
A ese nivel de la costumbre
No hay el más mínimo peligro
De que el roce de la rutina
Venga a atraparnos en sus garras
Metálicas e hirientes
Y que nos deje en el filo
Del negro precipicio
De ese tedio que sin permiso
Se instala programando
La separación definitiva.
II
Este amor es puro azar
Una ofrenda de Dios
En el horizonte violeta
Que perfumado de viento costero
Se apresuró en acudir a mi encuentro
Cuando la tarde que cae lentamente
Trae el mensaje del mar
Y el perfume del refugio tibio y dorado
De mi infancia.
III
Porque fue el azar
De un día de invierno
En que Dios me dio esa ofrenda
Que yo, francamente, no esperaba
Él llegó
Sin hacer ruido
Al final de mi ruta sombría
Se impuso
Se instaló sin hacer preguntas.
Sus preguntas son sus dudas
Que yo me encargo de responder
Tan tarde ya
En forma de poemas.
IV
Este amor
Era un amor de invierno
Que llegó azarosamente con la bruma
Un día frio cuando afuera
El frio muerde, hiere el rostro
Y golpea en la espalda.
V
No hay paseos al borde del Sena
Ese amor de invierno
Era un amor secreto.
Ahora que lo escribo
No necesito mostrarlo al viento
Dejándolo desnudo en la intemperie
No necesito dejar los trazos de nuestras palaras
Musitadas
Casi sin aliento.
VI
Se extrañan de que en mi rostro
Sin razón particular
Aparezca una sonrisa.
No pueden saber
Que es una sonrisa triste
Porque yo estoy para siempre
De duelo.
VII
Hace ya nueve años que no puedo sonreír
Estoy de duelo
Y, por Mamá,
Mi duelo es un duelo eterno
Y, me fue imposible resistir
Debí someterme
A cometer ese sacrilegio
Él me hacía sonreír
Contrariando
La devisa de Ciorán
Que nos advierte que:
“La alegría no es un sentimiento poético.”
Y, que “entre la esperanza y la poesía, la incompatibilidad es total”.
La esperanza…
Pero ¿Qué hacer?
Mi nombre ruso es: Nadezhda
Lo afecciono tanto…
Significa Esperanza…
Pero, lo que yo no he dicho
Es que ciertamente
Este amor de invierno
Era un amor definitivo y rotundo
No era un amor sumido en la alegría.
VIII
Este amor de invierno
Me dejaba día a día
Bien atada
En el contraste propio de la vida
Difícil de manejar
Entre la risa y el llanto
Rodeada de incertidumbres
Sumida y sometida
Relegada en el silencio
Pero, lo digo, lo repito, lo firmo, afirmo y lo aseguro
No pude resistirle
Ni oponerle resistencia.
IX
Porque fue el azar
De un día de invierno
En que Dios me dio esa ofrenda
Que yo, francamente, no esperaba.
Él llegó
Sin hacer ruido
Al final de mi ruta sombría
Se impuso
Se instaló sin hacer preguntas.
Sus preguntas son sus dudas
Que yo me encargo hoy de responder
En forma de poemas.
X
No, yo no le dije nunca
Que desde que lo escuché por primera vez
Entre los cables de ese artefacto que odio
Supe por el timbre de su voz
Y sus frases escogidas
Que él me dijo
Tan naturalmente
Con una voz tan especial
Como si antes
Me hubiese conocido.
XI
Fue el azar el único culpable
De que yo dijese sí a ese amor invernal
Que no tiene edad
Y que solo tiene parentesco
Con esta estación de frio y de heladas
Que deja el césped con un manto de hielo.
Que veo desde mi ventana.
XII
Un día le recordé
Lo que pronunció el día que se presentó
Ante mi como una invisible persona
Con una sonrisa bien mentirosa me dijo:
“J’ai dit ça?”
Si señor, eso fue lo que de usted
Me enamoró, condenándome.
Y, lo más extraño
Sin haberlo visto antes
Me sorprendí sola en casa
Sin siquiera reflexionar
Espontáneamente
Salió repentina
Esta frase premonitoria
Que no he pronunciado hace tantos años
Y me sorprendí diciendo a media voz:
Palabras hechas frases indecibles….
XI
Fue una frase definitiva
Que comprometió
La vía de mi sufrimiento.
Nunca debí decirla…
XII
Y para poder seguir viviendo
Volví a cerrar puertas y ventanas
Decidí emprender un viaje imaginario
Perdí el sentido
Enloquecida
Pero, por solo unos momentos
Saqué el coraje
Experta en adioses
Creyó en mis mentiras
Escribí, anuncié sin ambigüedad
Ese viaje lejano
Que anunciaba sus horarios de partida
En los paneles de todas las estaciones
El creyó en todas mis mentiras
Yo me puse al resguardo
Cerrando herméticamente
Todos los postigos
De mis ventanas.
XIII
¿Qué es el pasado?
Una nube que subió al cielo
En lo alto, allá tan alto
Pretendiendo el infinito
Esa nube espumosa que se lleva mi vida
Y este amor de invierno
Ella sola tiene el poder de conocerlo
Y, le pedí que se lo lleve lejos de mi
Esa nube comprendió
Que yo le pedía el mejorarme de esta enfermedad
Esa nube que es el pasado
Comprendió que debía desgarrármelo
Sacándomelo de mi cuerpo y alma
Se lo encargué para quedarme ligera de ese equipaje
Doloroso e imposible de llevar
Esa nube que es el pasado
Pretendiendo en su viaje hacia lo alto
Ser poderosa
Esa nube sabe llevarse mis dolores
E irse sabia, ligera y envolvente
En su evanescente esencia espumosa
Llegar sin ninguna dificultad
A lo más infinito del cielo.
Esa nube que es el pasado
Se esfumó tan alto
Que mi vista
No puede ni siquiera vislumbrarla
El pasado se me escapa
El pasado solo vive en el poema
Este amor no es presente
Se esfumó para siempre
Lo atrapo por breves instantes
Lo escribo hoy en las palabras.
Cuando enloquecida
Me decidí a pronunciar adioses
Antes de que fuese él que
Me condenase con soberbia.
XIV
Fui yo la que hice añicos
Recuerdos y palabras
Dichas y pensadas
Soy experta en adioses
Sé renunciar estoicamente
Al amor
Y del desamor
Soy yo la que siempre me encargo.
Carmen Gazmuri Cherniak
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