CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

Escritos literarios – críticos, anuncios de nuevas publicaciones, libros editados. Artista-Pintora. Telas al óleo, gouaches y dibujos

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EL TERMÓMETRO DEL DOLOR Y DE LA MUERTE

3 Marzo, 2023 (05:46) | Non classé

 

EL TERMÓMETRO

 

 

 

 

 DEL DOLOR Y DE LA MUERTE

 

 

 

“Ne dis pas tes peines à autrui ; l’épervier et le vautour s’abattent sur le blessé qui gémit »

                                                  Proverbe arabe.

 

 

Estimados Lectores de lengua hispana:

 

¿Se han fijado, supongo, espero suponer bien, en qué quedo Francia hoy en día? ¿Se han dado cuenta de la nueva sociedad que los politiqueros han creado en Francia?

Cuando yo llegué hace cuarenta años, nadie hablaba de dinero, en mi época de joven, en mi país de origen, hablar de dinero era de mal gusto, tremendamente equívoco y era una muestra de falta de respeto y de ausencia de educación.

Hoy, no se habla de otra cosa que, de dinero, los que viven confortablemente, no hay nada qué decir, pasan sus vidas amasando y contando sus dividendos y pensando en qué gastarlos.

Los de la clase media, ya sabemos, se quejan de haber sido rebajados.

Los de abajo, esclavos de nacimiento, luchan en grupo, a este respecto un proverbio español dice que mal de mucho consuelo de tontos.

Yo les voy a contar el reverso de la medalla de este magnífico proverbio árabe.

Los politiqueros, que se guardan el dinero de los contribuyentes para pagarse entre ellos y  darles comisiones a sus protegidos, ahora a los refugiados ucranianos, no gracias al trabajo del sudor de sus frentes sino gracias al dinero de los contribuyentes, es así como se produce el desfalco de los que verdaderamente trabajan, son los impuestos de los que se sacrifican los que pagan los sueldazos de aquellos que no lo merecen, los lacayos  se ocupan de los que quedaron en la marginalidad, estos mendigos son vigilados por los eternos servidores que hacen la gestión de la pobreza y de la miseria social.

Las “asistentes sociales” han existido siempre, pero yo no sabía lo que esa profesión significaba, las conocí cuando mi madre quedó invalida y tuve que dejar de trabajar para ocuparme de ella, entonces conocí ese mundo por dentro, es lo más denigrante y sórdido que puede sufrir un ser humano que debe cambiar su situación de profesional con sueldo a la humillación de “pedir” y vivir un nuevo estrato que jamás vivimos, y ensayar de acomodarnos a esta nueva vida que no es más que sobrevivir cada día en una lucha permanente improvisando .

Esta vida miseria debería quedar como algo íntimo que se encierra en casa.

Eso aquí en Francia es imposible, aquí todo se ventila en la plaza pública, qué mejor que ver el derrumbe de una profesora en indigente. Es allí donde esas miserables mujeres, de no mas de veinticinco años, incultas y sin la más mínima experiencia de vida y carentes de educación y roce social, se suben ellas mismas a una categoría sociocultural que no les corresponde, porque en materia de DINERO nos sobrepasan con creces.

Para no tener ningún lazo mercantil con el Estado francés, y por cuestión de honor, de ética, y para evitar que el Estado me agarrase mi madre para tirarla en un hospicio miserable, no me quedó otra que inscribirme en el contrato del RSA el que debe firmarse cada tres o seis meses, con una “asistente social”, son ellas las que con un aire de superioridad vergonzosa, decidían si yo podía o no, seguir recibiendo esa fabulosa suma que me permitía quedarme en casa para ocuparme de Mamá día y noche durante 13 años.

¡Le ahorré al Estado francés 265.200€!

la suma que reciben las AVS “Auxiliares de Vie Sociale”

No pedí ninguna ayuda de esas carcelarias que puso el gobierno socialista en juego para “ayudar “tan generosamente a los viejos inválidos: la famosa APA, dinero que reparten según el grado de invalidez.

Es tan asquerosa esa “ayuda” que nosotras por nada quisimos pedirla, por más que llegaron a nuestra puerta a ofrecérnosla, lo que querían era resorber la cesantía de una joven sin calificación, que se habría ganado un Smic gracias a la invalidez de Mamá, así es que tuve que sobrevivir 13 años con el RSA. Comencé por recibir 380€, cuando esa propina se llamaba RMI, luego le cambiaron el nombre, pero sin aumento, cuando me mataron a mi madre, en octubre 2013, terminé con 500€, el RSA aumentó en 13 años 130€ ¡una fortuna!

Después dado que la mafia organizada de la Educación Nacional a mis recién cumplidos 60 años me rechazó la reintegración porque VIEJA, tuve que esperar otros cinco años en el RSA, para que por fin me dieran la jubilación en el año 2015 y aceptar una jubilación de miseria, porque naturalmente me faltaban años de servicio y para colmo, me impidieron trabajar esos nueve años que yo quería para cotizar, perdí en total 18 años de cotizaciones, porque me colocan siempre como “non prioritaire”.

Fueron cinco años de cotizaciones perdidos, por puro sadismo, más los 13 años que yo quise reservarme cuidando a Mamá, el resultado es un castigo porque me dijeron siempre: “C’est votre choix madame, si vous avez voulu garder votre mère, voila le résultat”

 883€ mensuales.

“Esa es su elección” me dijeron…

Ellas tiran a sus madres a los EHPAD para que mueran rápido.

En estas administraciones, las “asistentes sociales” son las que repiten como papagayos las directivas del gobierno en puesto, cualquiera que sea, de derecha o de izquierda el método será el mismo, se formó una clase de lacayos serviles que con ojo de rapiña detectan a aquel que llega a lloriquear tal como el presidente Z. que sabe lloriquear y exigir. Solo que los pobres que llegan a las salas de lloriqueo, los CCAS de las alcaldías, son pasados por el cedazo de la inspección, pobre de aquel que no entra en los protocolos establecidos. Lo dejan morirse en la calle. Esta clase de lacayo serviles del Estado ganan bien sus vidas, como funcionarios, tienen la seguridad del puesto y, además, les dan primas. Cuando las conocí, en el ano 2000, y cuando terminé de humillarme ante ellos en el año 2013, me juré nunca mas pisar esas salas de tortura, parecen antesalas de la Stasi, el que no se ha enfrentado a esos suplicios, sigue viviendo en “El mejor de los mundos.”

Esperando el bus en Centro de este suburbio, para volver a casa, terminé conversando con dos señores que esperaban como yo, me metí en la conversación porque uno de ellos gritaba su desgracia, sindicalista de izquierda desde su juventud, ahora tiene 63 años y está amenazado de expulsión.

Y, como ese asunto lo conozco bien por haberlo vivido, me acogieron amablemente en el alboroto de crítica social ardiente.

Este señor, inscrito en invalidez, sufrió el maltrato de un jefe que lo echó a la calle luego de mas de veinticinco años de labor, luego  debe sufrir las alzas del EDF, y esta amenazado de ser expulsado del piso, y ahora está haciendo trámites  para que el abogado de su sindicato lo defienda, las asistentes sociales lo odian y no le dan nada, el partido político de la comuna  ejerce su “discriminación abusadora”; entonces me contó que la “asistente social” del CCAS, le negó todas las ayudas que ella le da a otros.

Le conté mi caso.

Me dije, parece que no soy la única que sufre la DISCRIMINACIÓN ADMINISTRATIVA.

Le conté que yo ahora sufro casi lo mismo, con la diferencia de que yo a mi edad, ya no lucho más en tribunales. Que se queden con sus rechazos.

Compartimos muy bien nuestra animada crítica político-social, más de media hora de espera del bus, porque en esta maldita comuna es como vivir en el campo, las esperas de la línea del bus son grandiosas, tenemos tiempo de comenzar una amplia reflexión filosófica entre la muchedumbre que espera de pie con carros con compras, carros con críos gritando, ¡una delicia!

 El bus se hace esperar entre 39 y 50 minutos, ¡es maravilloso vivir en las afueras de París! ¡París está ahora reservado para la élite ucraniana! ¡Porque son tan cultos! ¡Hablan francés! ¡El idioma de la diplomacia y de la cultura! Los otros idiomas no valen nada.

Y, además, ¡han sufrido tanto!

Para no “sufrir” no les quedaba más que evitar la corrupción y no dárselas de independientes, si no tienen qué comer y carecen de armas, ahora es el mundo entero el que debe darles pan, dólares, euros y, ARMAS a profusión y el rey de la Coca-Cola los provee de sumas gigantescas de dólares, mientras aquí los pobres viven sin comer, no tienen como sobrevivir y nuevas castas de mendigos hacen irrupción, les va a faltar personal para estudiar las carpetas entre las repetidas “pause café”, el discurso estatal se ha enriquecido, ahora se acompaña de estadísticas, ahora las asistentes sociales están en stage”, de estadística, el común denominador será con qué ritmo se come aquí en Francia, los pobres naturalmente.

Según  cuantas meriendas se preparan los pobres cada día, se darán las “ayudas”.

Si son tres, no merecen boletos de alimentación, aunque sean tres vasos de agua y tres pedazos de pan, ¡la calidad no cuenta, es el ritmo!

Si el pobre come una sola vez al día, entonces las asistentes sociales pasan “a la comisión” el estudio a la lupa del mendigo, este pobre diablo deberá esperar entre tres o cuatro semanas la respuesta.. para saber si la asistente social le dará el boleto alimentario o no. Es “la comisión” la que decide.

Y, ellas llegan en auto, comen en el restaurante de en frente con los boletos restaurante que les da el patrón, y reciben u sueldo confortable a fin de mes, ellas no viven el fin de mes fin de mundo.

El termómetro del dolor va a indicar la intensidad de los dolores existenciales, se pone en juego u a especie de campeonato del dolor, los mendigos que hacen la ronda de los CCAS, sacan al aire sus desgracias, cáncer, fin de contrato, aquel que fue echado a la calle y que perdió el departamento, expulsiones, divorcios, liquidación “sobreendeudamiento bancario”.

Ante este panorama de vida social francesa, tenemos más encima que aceptar que lleguen nuevos refugiados, algunos partidos políticos hacen otra selección, dado que son blancos, la mayoría rubios y católicos, esta muy bien el acojo acompañado de todo lo que lo sigue, amplios departamentos en Paris, sin que les exijan el número nacional ni años de espera, si son artistas, es como siempre he pensado, un elemento de categoría superior para tener el privilegio de acortar esperas, igual que el BAC+8, pero no, siendo franceses, no lo sueñen, ¿un ejemplo?

mostraron en la televisión que “pintoras ucranianas”, ellas gracias a sus terribles sufrimientos de guerra, (que no les impide pintar) tendrán salas para exponer de inmediato, las actrices y estudiantes de cine serán también ampliamente favorecidas, el ministerio de la cultura acaba de  darles una suma consecuente de euros, si no me equivoco es una suma total  de 300.000€, ¿no está mal non? Esto es solo para “comenzar”, no se preocupen…

Es entonces donde llego a mi tema, es en ese preciso momento donde las asistentes sociales sacan el termómetro del dolor y de la muerte.

Han creado una rejilla, en esta rejilla van a pasar unos mendigos y otros quedarán fuera, el cedazo no deja pasar a todo el mundo, aunque todos los mendigos merezcan una ayuda.

Y, para colmo son FRANCESES.

Las asistentes sociales son como las enfermeras, igualitas en todo. Son dos especies que yo no veré unca más en mi vida.

Por suerte soy una experta en poner inyecciones, y mis conocimientos de enfermería me salvan ahora a mí, por ejemplo, la vacuna contra la gripe me la hago solita, las inyecciones de vitaminas igual.

Y como no tengo la costumbre de llorar no lloro jamás, y menos aún de lloriquear o de mendigar, me encuentran “altanera”, no faltaba más.

El que muestra mas desgracias, el que exhibe más dolores ese será recompensado, solo que a veces, eso que llaman psiquiatría sale a la superficie, y cuando hay mendigos que, contando sus dolores, sobrepasan la medida de lo posible y soportable, las asistentes sociales los echan a la calle, unos se quedan expulsados, otros están durmiendo en sus autos, parece que tenemos que sacar nosotros nuestro propio termómetro para juzgar a esta maldita casta de “profesionales”. Los estudios de asistente social no son estudios gratuitos dispensados en organismos públicos, esos cursos son privados y se los pagan ellas mismas.

Es cuando los mendigos llegan al clímax de la exposición de sus dolores y desgracias, es que las asistentes sociales hablan de la muerte.

Para conformarlos de sus sufrimientos de pobres.

Un tema muy apropiado para discutirlo en sus oficinas.

¿Ve usted? ¡se mejoró del cáncer!

¿Ve usted?, no lo expulsaron.

 ¿Ve usted?, le pagamos la factura de electricidad

¿Ve usted? Yo logré que la comisión le de por un mes, un carnet de boletos de alimentación.

¿Ve usted? …otros mendigos que no lograron todo lo que yo obtuve de “la comisión” para usted, ya están bien muertos, enterrados gratuitamente en el cementerio comunal, en el terreno para los indigentes.

¿Ve usted? ¡La generosidad de Francia! …Les dio por cinco años un terreno fangoso y totalmente gratuito en plena tierra, luego de cinco años y un día, sacarán sus huesos para incinerarlos y ese mendigo será para siempre olvidado, nadie se acordará de él, ni de que un día fue un ser que vino al mundo para sufrir, exhibir sus dolores en las oficinas de los CCAS y que nosotras mujeres feministas y super poderosas contribuimos a que los tiraran como desperdicios en el cementerio comunal.

Ve usted, usted aún está vivo, agradézcanos que usted aún sigue vivo y no está muerto en el cementerio.

Terminé la conversación con este señor que va a hacer un buen escándalo en la calle el día de huelga total aquí en Francia, el 7 próximo; entre tanto  llegó el bus y terminamos la conversación riéndonos, les conté que yo inventé el método Z, usted debe practicarlo.

¿Ah sí? Me dijo ¿cuál es?

Le contesté, el método Z. es lloriquear y pedir, ya ve usted como amasa euros y armas.

“Ah ! Elle très bonne celle-là »

Subimos riéndonos al bus.

La ironía y la risa es la defensa de los débiles y de los pobres.

 

Carmen Gazmuri Cherniak

 

 

 

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