LA LEY DEL TALIÓN

 

En Éxodo 21–23 se registran casos específicos acerca de la ley de Dios. Por ejemplo, “No matarás” es uno de los Diez Mandamientos, pero ¿qué pasa si lastimas gravemente a alguien? O ¿qué sucede si se mata a un animal en vez de a un ser humano? En Éxodo 21–23 se analizan muchas preguntas de ese tipo y se describe también el castigo que se recibía por quebrantar un mandamiento. Los castigos que se describen eran la pena máxima que se aplicaba por un delito y no necesariamente los que se recibían automáticamente por la infracción cometida. Este principio del Antiguo Testamento se substituyó por el Evangelio

 

Significado: Alude a la venganza justiciera, que justifica el castigo según el agravio. Observaciones léxicas: La denominada «ley del talión» (Éxodo 21, 23-25) no era una ley de venganza, sino precisamente un medio de poner límite a la venganza y a frenar la violencia imperante en el mundo hace cuatro mil años.

Antecedentes: Código rey Hammurabi. XVIII a.C.

Justicia retributiva. Latin:Talios-Talis  Talion=Tales=semejante.

 

DIARIO

SÁBADO 4 DE MARZO 2023

 

Mamá estaba contra la pena de muerte. Yo le discutía. Mamá pensaba que lo único que vale es la reclusión perpetua, porque según ella, lo peor para una persona es la pérdida de su libertad y me agregaba, deben obligarlos a ejercer trabajos de utilidad pública, porque no solo han matado , sino que además, han traicionado  a la sociedad, es también un atentado social.

Yo estoy por la ley del Talión.

No se puede hablar con los muertos.

No puedo preguntarle lo que sufrió torturada por su médico pérfido y asesino.

No puedo preguntarle la intensidad de sus dolores agonizando.

No puedo preguntarle lo que hubiese pensado y sentido, cuando en el Consejo del Desorden, solos, sin testigos, esos abogadillos vendidos defendían a esa mafia y me acusaban a mí de maltrato para lavarse de su crimen.

No puedo preguntarle a Mama, lo que pensaría al escuchar el tsunami de calumnias que tuve que recibir y mas encima pagarle al Estado multas por “acusación abusiva”. Porque cuando se pierde un juico en el sector administrativo, se debe pagar multas al Tesorero público.

Pero, yo soy el único testigo ocular.

Terminado el asunto, porque pagué las multas hasta el último centavo, dócilmente, durante tres años, y el último pago de 400€ “por anticipación” para quedarme libre de todo pensamiento de ese juicio perdido por la culpa de una abogadilla sin deontología, y no deberle ni un céntimo al Estado, estoy LIBRE. De pagos.

El problema queda inamovible. El asesino de Mama sin castigo; él y sus tres cómplices no recibieron ningún castigo por la tortura y asesinato de Mamá. No podía ser de otro modo “El Consejo del Desorden”’ es una mafia colegiada.

No se puede preguntar nada a los muertos, es por eso por lo que se abusa. Pero el testigo ocular lo reemplaza, pero aquí en Francia el testigo ocular de un asesinato se queda INVISIBLE, lo dejan amordazado; fue así como quisieron dejarme sorda y muda.

No me quedó otra que escribir y, lo haré hasta mi último día de existencia.

Cuando enterré a Mamá, dos personas me disuadieron de acusarlos en el tribunal. Ellos, franceses, conocen mejor que nadie su país. Parece que no será nunca el mío, porque siempre me sacan que no soy francesa “de souche”, arrastraré siempre el peso de ese calificativo, y pienso que tienen razón. Al final me dejan apátrida y tienen toda la razón. Al final no soy nada, no soy nadie. Mi Cédula de identidad y mi pasaporte no sirven mas que para trámites administrativos y para tener el paso libre en el aeropuerto. Nuestra identidad son solamente nuestros padres, pertenezco a ellos, sus genes, su ADN están en mí, esa es mi única identidad. Y mi lengua materna, mi escritura y mi pintura. Tienen razón mi única identidad es el ARTE.

Cuando a esos dos franceses les conté en detalle el infarto de Mamá, su sufrimiento, el rechazo de cuidados premeditado y que lo más importante fue que pocas horas antes del infarto, estábamos sentadas en un café tranquilamente tomando el té, es la prueba de que Mamá estaba en perfecto estado antes del infarto, prueba ineluctable de que el tsunami de mentiras de esos monstruos asesinos, debía ser castigado del mismo modo al crimen cometido. 

Entonces me dijeron: “usted tiene toda la razón, pero sepa que no sacará nada  o debe hacerles juicio, no gaste sus fuerzas en ello,  los médicos y sus aliados van a masacrarla, van a mentir, van a calumniarla, la comerán viva.”

Tuvieron razón.

Pero ¿qué hija puede dejar sin castigo al asesino de su madre?

La que lo deja pasar es un monstruo.

Por lo menos lo intenté, porque siempre tengo confianza en que puedo encontrar una persona que aplique la ley con justicia. ¨Perdí el juicio, pero escribí un tratado jurídico de 300 Pp. Con todas las pruebas que demuestran la verdad. Perdí en juicio, pero escribí un Libro-Script CLARA que esta destinado a ser una película. Allí esta toda la verdad.

Otra cosa importante, ese no fue un juicio ante un tribunal. No, fue un “juicio administrativo” ante un grupo colegial que defiende a sus colegas.

Para los que ignoran el grado de justicia, solo un Tribunal competente, que manda hacer una investigación profunda y seria, para ello se nombra un  Juez de Instrucción, solo allí comienza el verdadero juicio, y esto yo no lo hice, porque al pedir la Ayuda Jurídica, una funcionaria ignorante me atajo diciéndome que como Mama había muerto en el hospital, yo debía comenzar por acusarlos ante el grupo colegial solo que ese “grupo” es una mafia que se defiende entre ellos y en secreto(à huis-clos)

Además, para comenzar un verdadero juicio penal y con ayuda gratis a la que tengo derecho, viene la grave dificultad de que los abogados que designan son jóvenes recién salidos de la facultad, completamente ignorantes y fanfarrones.

El juicio este perdido de antemano. Lo intenté, encontré abogadillos que no fueron capaces ni siquiera de leer las primeras páginas de mi tratado. Sinvergüenzas, fanfarrones, sin ética, dejan a la víctima enredada en un secreto infernal; se vuelven el segundo motivo de acusación, porque allí debo acusarlos de negligencia de no trabajar, entonces comienza un  segundo juico, mi acusación contra abogados inexperto, ignorante que se niega a trabajar porque el tema  no lo han encontrado nunca antes en sus “estudios” de los que salieron raspando. Lo único que les interesa es trepar, las pobres victimas sin dinero, ellos las dejan al margen. El famoso “juicio” puede así durar unos diez años, y esos abogadillos sin deontología, tienen tiempo de hacer sus vidas, mientras la victima: espera. Los eché al diablo a todos esos abogadillos perversos, porque dejar sin ayuda a una víctima con ayuda jurídica gratuita, es ahí donde residió en conflicto, es ser un perfecto perverso. Me di cuenta en el año 2019, fecha de mi última tentativa de revisar la posibilidad de un verdadero juicio, constituyéndome la parte civil, de que esas dos personas francesas de souche, tuvieron razón. En Francia hay que dejarse asesinar.

Lo que hay que hacer inteligentemente, para no tener nunca líos con nadie es vivir en ermita.

¿Qué problema puede surgir si no se trata de nada con nadie?

Y, a los médicos, hay que verlos raramente, lo menos posible. Por suerte no tengo ninguna enfermedad,

de lo contrario estaría presa entre sus garras, como le ocurrió a mi pobre madre.

En todo caso no entro nunca más a un hospital público.

Lo que nunca hay que consultar en Francia es:

1. Asistentes sociales.
2. Abogados.
3. Médicos (control anual y basta)

No, es en el supermercado donde vamos a encontrar un enemigo.

Y como no voy seguido, no corro ningún riesgo de conflicto.

 

 

Carmen Gazmuri Cherniak