CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

«NI CHICHA NI LIMONÁ»

Estimados Lectores:

Ahora se les ocurrió salir a marchar por París con banderas blancas, esos que se autocalifican de «¡ARTISTAS! » ; se dicen apolíticos y no pregonan por ninguno de los dos «antagonistas”, ni por Israel ni por la Palestina. Sin embargo, programaron partir del Instituto del Mundo Árabe y terminaron la marcha silenciosa en el Museo de Cultura judía. Con eso ya, dejaron de lado la motivación apolítica.

Hasta ahora no había observado nada mas estúpido, bueno que si quieren mostrarse esas pobres mujeres del antiguo estrellato, ahora pobres desteñidas, porque ya viejas, tal como lo hicieron ya los otros políticos, que salen a marchar, a mostrarse, y luego se van al restaurante para solucionar con sus charlas,  los conflictos guerreros; no son más que un atado de superficiales, grotescos, y despreciables, porque mientras allá, en Gaza los gazaouis se mueren reventados bajo las bombas y los palestinos de Cisjordania mueren bajo la bota de los colonos-asesinos, aquí los políticos organizan marchas de lujo con las “personalidades” en primera fila.

Ante una tragedia grandiosa como ésta, lo único que deben hacer es mostrarse discretos y laborar silenciosamente en el terreno que les incumbe y para el cual los franceses los eligieron para actuar en política, las marchas de diputados, que están todos absolutamente comprometidos, carecen de valor, son expresiones que en esta sociedad quedan inoperantes, tan pueriles como los gritos de estudiantes de liceo que apenas comienzan a ver el mundo en que salen a la calle para sentirse importantes y a tantear sus capacidades de acción social, esto que puede perdonarse en chiquillos verdes aún en la existencia, en viejas y viejos políticos o actrices sin rol alguno es más bien vergonzoso.

Al final este gris domingo dejó un sonido átono, un movimiento inservible y de gusto insustancial.

Por eso que recuerda nuestro dicho:

“Ni chicha ni limoná”*

Carmen Florence Gazmuri Cherniak

NADEZHDA