RELIGIOSIDAD
RELIGIOSIDAD
Religión, Etimológicamente de las varias significaciones elijo:ligar, unir.
Ese día la discusión comenzó sobre la acción que justifica o no, la presencia o la ausencia de “religiosidad” en una persona.
Le dije: ¿cree usted que, si no fuese yo religiosa, si no creyese en Dios, seguiría pintando y escribiendo a contracorriente, contra la adversidad? ¿cree usted que, si no fuese creyente, hubiese construido una tumba para mi madre con esfuerzos sobrehumanos, no teniendo dinero?
Le conviene pensarlo por unos momentos.
La religiosidad, el hecho de creer o no creer se demuestra en actos, no en discursos ni tampoco en la asiduidad de una práctica.
Las diferencias exegéticas entre André Malraux y George Steiner son evidentes, siempre pensé que Steiner seguía desarrollando en sus exégesis la línea malruciana, completándola, pero con creencia religiosa, con una religiosidad escondida y un exceso lírico. Su detestación de Cioran es una de las demostraciones de mi análisis, lo que nunca me impidió admirarlo y seguirlo como supremo maestro, Steiner está presente en todos mis análisis exegéticos que empleé en la redacción de mi tesis de memoria y de doctorado sobre la obra de Ernesto Sábato.
En uno de sus ensayos más completos, Réelles Présences, Steiner desarrolla todo en torno a la motivación central del verdadero artista, sobrepasar la creación divina, en un enfrentamiento con Dios, diciéndole: “yo lo haré mejor”. Es cierto, sin creencia religiosa el creador, no el intérprete, no crea más que “obras menores”, el más vivo ejemplo es el “arte del pasado”. No entraré en mas explicaciones, mi breve escrito no pretende dar clases, que se las arreglen; el mundo de hoy rechaza las lecciones, en el liceo las soportan porque no les queda otra que quedarse sentados escuchando al profesor, cuando él es un buen profesor y no un “repetidor”, una fotocopiadora ambulante como yo llamo a los profesorcillos titularizados por la mafia de la Educación Nacional francesa. Gracias a este “sacrificio” de los alumnos, los padres reciben las “alloc” de la CAF; pobre de una y de aquellos buenos profesores serios y abnegados, si pretendemos el querer educar a la sociedad en materias estéticas, es una empresa perdida de antemano. En todo caso la gente seguirá creyendo que eso que llaman arte contemporáneo, los artefactos y el embadurnamiento pictórico, acompañado en el campo literario con escritos pornográficos son el arte más alto y representativo del espíritu de hoy. Y, no les discutamos, tienen razón, la ausencia total de religiosidad ha provocado un ensombrecimiento, un aplastamiento, lo que Steiner llama tan bien: sordera metafísica.
Esto solamente en lo relativo a la creación, porque afirmar y mantener una “religiosidad” existencial es independiente, totalmente extranjera a la cuestión obligatoria del “perdón” un absurdo magnifico. Pero estos grandes “dilemas metafísicos” no son materia de explotación ni para los religiosos “responsables” de mantener et dogma ni para iniciados que no han vivido el asesinato de su propia Madre como me lo infligieron a mí en el año 2013, la reconciliación con la especie humana se ve para siempre comprometida, nuestra distancia será total y eterna.
El médico que traiciona es un Judas que debe ser denunciado y castigado con el destierro. Las palabras tienen una carga distinta según el idioma en que se las emplee, en español la palabra “destierro” no me da el verdadero peso necesario para ejemplificar el castigo conforme el delito de crimen, en cambio en francés la palabra “BANISSEMENT” es lapidaria.
Ese día nefasto en que ese medico traidor y asesinó a mi madre junto a sus tres cómplices, extinguió en mi toda mi antigua compasión por una cierta categoría institucionalizada de mártires, sólo Mamá quedo fija como una mártir reclamando justicia, la justicia que Francia le negó.
La pena de muerte debe ser inoperante en el caso de ese médico traidor, lo que le conviene es morir sumido obligatoriamente en el mismo sufrimiento que él y sus tres cómplices le infligieron a Mamá sufriente que reclamaba cuidados de urgencia; lo único que le conviene es que se muera sometido a una necrosis interna sin calmantes. Por desgracia cuando esté muriéndose, los cuidados le serán administrados con seguridad, un médico tan piadoso, por desgracia no será sujeto a su famosa ley, la suya de “ojo por ojo, diente por diente”, porque si fuese así de valida, su dios habría debido matarlo ipso facto dándole de castigo el mismo sufrimiento indecible que él maldito impostor de su religión, infligió a mi Madre.
Mi única culpa fue la de haberle confiado la asistencia médica de mamá, ahora desde que veo un médico que actúa con actos traidores, lo borro de inmediato, acabo de experimentar un acto mortífero y condenable de un falso médico, lo hui de inmediato, no sin enviarle una larga carta al impostor, la experiencia sirve, estos falsos médicos son todos iguales, en esencia son todos de la misma calaña. Yo sigo rogando porque ese asesino se muera sumido en su famoso: “ojo por ojo, diente por diente”, pero parece que su dios en vez de aplicar su “mandamiento” lo salva y defiende, ayudado por su misma mafia mal llamada “religiosa”. Lo único que pido es que ese “médecin Traître-Tant “se muera antes que yo, y que me lo informen, porque será una limpieza terrestre inimaginable y lo celebraré, será una verdadera “celebración de purificación”.
Un día impreciso, le contesté a un cura: “mire, no me hable superficialmente del “perdón”, dígame en cuál de los Evangelios se dice “perdona a los asesinos de tu Madre”.”
Ahora que debamos perdonar ofensas del prójimo es aceptable y lógico, que no se atreva nadie a asesinar por segunda vez a una madre mártir con la cantinela de que hay que perdonar al médico traidor y asesino, que la asesinó con premeditación. Esta exigencia de “prueba de religiosidad” perdonando a un asesino es una construcción artificial y mortífera que no tiene nada que ver con la religiosidad verdadera.
En vez de afianzar el sentimiento religioso, lo destruye.
Carmen Florence Gazmuri Cherniak
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