CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

 

 

IMBÉCILES

¿O senescencia peligrosa?

Pregonar la paz no es pacifismo idiota ni cobardía

Es la práctica de la inteligencia

Estimados Lectores,

Hace años, cuando me ocupaba de Mamá, conversé seriamente con uno de sus médicos, estábamos por un corto tiempo en Alsacia, este excelente científico con el cual se podía mantener conversaciones de valor, aquí en París, los médicos se han convergido en funcionarios de la medicina, bien este es otro tema, les hablaré otro día, por ahora me interesa hacerles pensar en la gravedad de lo que vivimos aquí en Francia. Nuestro tema de conversación científica era la senilidad y las tres edades del ser humano. Es un hecho raro que no estén en el mismo nivel. La mayoría de las personas, llegada la edad cronológica que los científicos catalogan como la entrada en la vejez, comiencen a dar nuestras de senilidad avanzada.

Que los Estados Unidos expongan a la faz del mundo un ejemplar senil y grosero es algo indiscutible, una persona cuerda puede decirse “haya ellos con sus locuras”, pero no es válido, porque es precisamente el mundo entero el que está comprometido por las decisiones de esta potencia “mundial” que nos gobierna con cada una de sus decisiones, quedamos implicados a pesar de los cacareos occidentales; quedan en eso, simples cacareos fútiles e ineficaces que se quedan reducidos al gallinero occidental y con la crisis de la agricultura, pueden imaginarse el alcance de sus ecos, no traspasan las fronteras europeas.

En el conflicto del desfalco al que nos expone Francia abriéndole el cofre fuerte a ese individuo, innombrable, no me rebajo a escribir su nombre en ninguno de mis escritos, viene a unirse el cretinismo de ejemplares que incitan a embarcar nuestros jóvenes a servir de carne de cañón a ese individuo, con la artimaña de que es “nuestra guerra” y que nuestra implicación es “existencial”, término que los gobernantes incapaces y corruptos de los dos conflictos, emplean en todo discurso, sirviendo de excusa para movilizar las masas ignorantes. Por favor, que no sean ustedes también los que les sirvan, siguiendo esta tendencia de pura confusión y perversión semántica, no mezclen términos filosóficos en conflictos balísticos.

Aquí también la senescencia afecta antiguos individuos que tomaron parte activa en la política francesa, sí, pero eso “era antes”, ¿antes de qué? Antes de que envejecieran dando pruebas de demencia avanzada.

Es por la palabra que el Hombre demuestra su inteligencia y su poder, cuando falla es un desastre; hay que protegerse, cuestión que no tiene relación directa con la edad cronológica, aunque sea más fácil encontrar fallas en los viejos que en cerebros jóvenes, pero no siempre, y es de esto de lo que conversábamos con el médico de Mamá; ustedes deben comprender que hay tres edades: la edad cronológica, la biológica y la resentida.

El problema es que estos individuos que antes demostraron capacidades de inteligencia relativa, todo depende del cristal con el que observe el pasado y la perspectiva en la que nos situamos; estos tristes ejemplares son ahora incapaces de razonar con inteligencia, y se vuelven por ello peligrosos.

Les ha llegado la hora de retirarse de la escena pública, el error viene de los directores de los medios de comunicación que siguen invitándolos como si mantuviesen la cordura digna de dar lecciones a la humanidad, deben convencerse o debemos decirles que deben recluirse, conformarse con su vejez y dejarle el paso a gente joven y cuerda.

!¡Aquí en Francia también tenemos seniles que llaman a participar en el frente para salvar Ucrania!

Estos imbéciles han perdido totalmente el sentido del más mínimo orden lógico de la situación, los siguen otros que aún no están tan viejos como ellos, pero que por cuestiones de intereses políticos, se las dan de valientes llamando a enrolarse físicamente.

El cretinismo francés comienza a crecer.

Sin embargo, hay otra corriente que aún tímidamente, murmura una resistencia contra la guerra que nada tiene que ver con el “pacifismo”, por mi parte, pueden contar conmigo, yo no me pongo en la fila de los imbéciles que llaman a nuestros jóvenes a enrolarse físicamente y partir a las trincheras ucranianas para morir por una causa que no es nuestra, los quieren ver volver mutilados e impotentes para el resto de sus vidas, estos asesinos de palabra son el nuevo peligro francés, el peor que podíamos tener, junto con dirigentes que alimentan la guerra en vez de alimentar al pueblo.

Y, a estos periodistas que lanzan sus bravatas llamando a enrolarse en la guerra, hay que decirles esto: 

! Que vayan ellos al frente, que manden a sus hijos y nietos a morir por su ucrania!

En vez de gritar en las cadenas de televisión, dando muestras o de senescencia avanzada o de franco cretinismo e imbecilidad confundidos.

Carmen Florence Gazmuri Cherniak