CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

Escritos literarios – críticos, anuncios de nuevas publicaciones, libros editados. Artista-Pintora. Telas al óleo, gouaches y dibujos

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“EL PROTOCOLO”

16 Noviembre, 2022 (12:41) | Non classé

 

 

               “EL PROTOCOLO”

 

 

 

 

“L’amour de la mère est le seul amour invincible, éternel comme la naissance »

                                                              André Malraux

 

Estimados lectores de lengua hispana,

 

Desde que llegué a Francia en los años ochenta, no viví con Mamá en HLM, más que dos veces una sola vez en un piso situado en los suburbios, en la comuna de l’Essonne, la que comparada con lo que vivo hoy en día, esa comuna y el departamento en el que vivimos durante ocho años, les aseguro que era el lujo y la seguridad absolutas. Lego vivimos en Paris.

En el recuento no hablo del HLM de Colmar, porque allá fue otro el cantar; nos dieron un amplio departamento HLM de 80m2, luminoso, con ascensor por supuesto, Mamá estaba inválida, en sillón rodante; las piezas eran amplias y a pesar de que en ese entonces yo estaba sobreviviendo con el famoso RSA, no nos faltaba nada, porque había guardado nuestros bienes, estábamos muy bien equipadas. En la cocina tenía una cocina a gas con horno, además de dos hornos pequeños el microondas y el otro, un mini-horno tradicional, había comprado un inmenso congelador donde guardaba para todo el mes las verduras congeladas para Mamá, cosa de no estar obligada a pasar la lista por teléfono tan seguido ni salir a comprar con ella más que una sola vez por semana.

En el plano económico, mi situación era tan desastrosa como la de ahora, pueden imaginarse lo que es vivir durante 13 años con el RSA que tuve que aceptar, desde que dejé de trabajar en la Educación Nacional; me dijeron:” es su elección señora, usted verá como terminará con una jubilación de miseria, porque el RSA no da cotizaciones.”

Yo conozco la ley, lo sabía, pero la vida de Mamá, en casa, cuidada solo por mí era mi único tesoro. Ocuparme de ella día y noche, no es comparable a la jubilación de miseria, poco me importa en realidad. La vergüenza es para la administración francesa, yo no la asumo, la salvajada que me hicieron se las tiro de frente y a boca de jarro, que se guarden sus reproches. la vida confortable que le di durante trece años a Mamá se quebró en un sólo instante con la tortura y asesinato del médico asesino y traidor, “Le Médecin Traître-Tant”. Ese capítulo ustedes ya lo conocen.

Para poder ocuparme sola de Mamá inválida a cien por ciento y evitarle “le placement en EHPAD” que la administración quería obtener, otra cosa que me propusieron es que yo aceptase la APA, cuestión de aceptar que viniese un batallón de cesantes aprovechadoras, esas que durante 15 minutos dicen que se ocupan “de lavar” los cuerpos inválidos.
Ese capítulo ya lo conocen también las dos o tres personas que han leído superficialmente por supuesto, mi Libro -Script CLARA.

Ese horror yo jamás lo permití. Lo único que le interesa a la administración es reabsorber la cesantía de empleadas domésticas que se dedican al nuevo empleo : «cuidar viejos impotentes”, sabemos que lo que hacen es cero, viven pegadas al Smartphone, y como el viejo impotente, no puede exigirles nada, y que mientras cumplen con el horario, no hay ningún jefe que las controle, “chiche «como se dice aquí; en todo caso todos los jefes de los  servicios comunales  de gerontología, saben lo que hacen, los empleadores de esta nueva generación de jovencitas aprovechadoras, saben cómo son estas y que ninguna de ellas está allí más que para sacar el Smic mensual sin ocuparse como se debe de los viejos: las enfermeras,”aides-soignantes”,empleadas domésticas, damas de compañía; son todas unas aprovechadoras sin deontología y en Francia las familias que delegan sus deberes para con sus padres ancianos tirándolos al cargo de este maldito personal, contribuyen a que Francia mantenga a su haber una verdadera ESTAFA NACIONAL. ¡Pero qué generosidad ésta que inventó el partido socialista!

Acuérdense que fue la ministra Elisabeth Guigou la que firmó la ley de la APA ante la Asamblea Nacional, todos votaron aprobando la ley, derecha e izquierda la misma mazamorra; compartieron la misma brutalidad administrativa para destinarla a los viejos inválidos dejados en la vereda por sus hijos amantes.

Estos politiqueros fueron los que me obligaron a defender a Mamá; así fue como además de luchar contra la enfermedad y la muerte, echándolas, espantándolas, diciéndoles a cada instante que Mamá estaba a mi lado y que mientras ella estuviese cuidada por mí, ni la enfermedad ni la muerte podían arrebatármela.

Una ilusión, pero esa motivación me daba las fuerzas necesarias para enfrentar el día y la noche durante trece años.

Esos dirigentes de la mazamorra política me obligaron a luchar sin descanso; peleas y papeleos administrativos que no tenían fin, en los que me vi luchando a contracorriente durante 13 años, defendiendo a Mamá de las garras de la administración, entre paréntesis, le ahorré al Estado la graciosa suma, léanme bien: 280.800€ en trece años, fue un médico alsacien el que me sacó la cuenta y, este cálculo, lo sacó sin agregar a esa suma de la APA, las sumas extraordinarias, llamadas suplementos que se hacen pagar en el sistema de las ”damas de compañía.

Claro cómo no, ese era una perfecta manera de reabsorber la cesantía de gente sin calidad e inútil.

En la práctica, la que no la aceptaba, se volvía una oponente al Estado, eso fue lo que me ocurrió a mí, viví una verdadera dictadura. Si yo no aceptaba ni el EHPAD ni la APA para Mamá, yo debía volverme LA CIBLE y sufrir el MOOBING estatal…Y hospitalario.

La Stasi, señores.

Todos saben perfectamente que las que trabajan en el sistema de la APA son unas sinvergüenzas, pero las necesitan para hacer rodar la política social, y las familias, una vez que las liberan de sus padres viejos, suspiran aliviados, qué importa si sus viejos padecen, poco tiempo les queda y aquí en Francia, lo único que cuenta, para ser bien apreciado es” ser independientes”, traduzcamos: dejar a las padres puertas afuera, echarlos a la calle, desalojarlos.

A mí me decían: «¿Y, por qué no pone a su madre en un hospicio? ¡Así usted podría vivir su vida!

He dicho.

Los jefes de los departamentos de gerontología las conocen, pero se hacen los tontos con premeditación. Saben que esas tipas trabajan apenas, el mínimo, gracias a la invalidez y la vejez de pobres viejos, fue así como comenzó la detestación de un presidente comunal. Nació otro libro:  Le Dictateur le la ville Morte.

A este propósito, un día llegó a casa de visita una señora muy simpática del síndico del departamento, quedó asombrada de ver en el salón muy bien instalada a Mamá, nos pusimos a conversar, entonces me contó que ella, por trabajar, estaba obligada a hacer venir a su  casa al grupo, de ayuda de la APA para que se ocupase de su padre invalido, el resultado fue que su padre estaba lleno de escaras,(llagas, úlceras) los cuidados de la enfermera que pasaba por un cuarto de hora cada día,  no hacía más que agravar su estado.

El pobre viejo lloraba y se espantaba cada vez que veía acercarse a él la enfermera.

Me preguntó si Mamá tenía escaras, le dije que no, y le mostré con mi muñeca, de qué manera yo tuve la idea de evitárselas, porque Mamá no se levantaba, no podía caminar y desde hace años.

Se me ocurrió esto, luego de lavarla, de ponerle compresas de vaselina; por la mañana y por la tarde; luego confeccionaba compresas         bien gruesas de algodón envuelto en gazas estériles y sólo después el pañal.

Porque Mama me contaba siempre que cuando nací era tan minúscula,  que no pesaba más que 500gramos y los médicos pronosticaron que no viviría; entonces me pusieron en una incubadora, las de los años cincuenta y cuatro, no eran como las de hoy, así es que Mamá me contó que me envolvieron en algodón.

Yo me dije, yo haré lo mismo con Mamá y me resultó.

Así, el peso del cuerpo protegido con todo eso qua a mi sola se me ocurrió: patch de vaselina, más las compresas de algodón, que servían de amortiguador, no repercutía en la piel, Mamá jamás tuvo escaras.

En los hospitales, todos practican el protocolo de LA ECONOMÍA, compran los pañales de la peor calidad; los plantan directo contra la piel de los viejos. Una escara se forma en dos horas.

Para curar las heridas que ellos mismos producen, tienen su sistema, es tan nocivo como los elementos que emplean en la higiene cotidiana, que de cotidiana no tiene nada, porque la mayor parte del tiempo, la higiene no la practican para nada o de vez en cuando y mal hecha por las famosas ”aides-soignantes”que, luego de obtener el diploma, con la enseñanza de la más baja calidad, se creen; no, están convencidas de pertenecer ”al equipo médico”, en todo caso, si juzgamos por los ”equipos médicos” que tomaron a cargo Mamá, salvo en Colmar que, fueron todos de primera calidad y el hospital de primera clase, los recordaré siempre con gratitud y todos merecen mi gran estima, el resto, aquí en Paris, son los peores que jamás conocí en toda mi vida.

Luego de esta didascalia, volvamos a mi lección contra las escaras que le di a esta señora.

Le mostré con mi muñeca, como debía lavar y luego proceder a los cuidados de su padre inválido; muñeca que guardo aún por supuesto, es de trapo con la cabeza, la mitad de los brazos y las piernas en caoutchouc, es bastante grande, me dicen que hace la ilusión de un verdadero bebé de seis meses; podrán imaginarse que ¡“la gordita”, me sirvió muy bien para dar clases de enfermería! Es el mismo método que muchas instituciones de enseñanza de cuidados de recién nacidos emplean hoy en día, para formar a las enfermeras. Mostraron en la cadena, la Arte, un excelente reportaje, que mostraba a las educadoras de enfermeras en neonatal, dijeron que las muñecas sirven para probar si las futuras enfermeras que serán las encargadas de cuidar a los bebés tienen un verdadero instinto las hay que toman las muñecas como objetos y las hay, diferentes, sensibles que las cogen con gusto y sensibilidad.

Buena la prueba, ¡si supieran como es de linda la mía!

Estos cuidados para con los viejos inválidos que son exactamente como los bebés recién nacidos, exigen una compra de material en cantidades industriales y un tiempo infinito para preparar esto para toda la semana, yo tenía una pieza para guardar esta preparación para todo el mes.

Me decían que yo había construido un hospital particular y de lujo para Mamá y era cierto.

El escándalo se producía cuando rara vez tuve que hospitalizar a Mamá, no por enfermedad, sino para subsanar ERRORES MÉDICOS ahí en el hospital no soportaban que yo les impusiese esos cuidados, que yo quería continuar a hacer sola en el hospital, con este pedido,” yo violaba el protocolo», prefirieron herir a mamá de escaras a que yo mantuviese los cuidados que la salvaban de las heridas. Así son de IDIOTAS en los hospitales franceses. En todos, salvo en Colmar, porque allí, me dejaron dormir a su lado y a lavarla y cuidarla día y noche.

Fue así como cada vez que Mamá entró por una corta estada en el hospital me la dejaban herida con escaras.

Así es que, de regreso a casa, yo debía comenzar los cuidados para cicatrizar esos horrores cometidos en los hospitales.

Para pagarles los IVG, la PMA a las jovencitas y a las homosexuales que quieren hijos, ¡están todos dispuestos unánimemente, porque es LA LEY!

Gastan millones en financiar los IVG y en el proyecto de la PMA, luego será oficial también la GPA todo es cuestión de “tiempo” en la batalla desenfrenada por la ”modernidad”.

Y, la seguridad social no dice nada, están calladitas las administradoras, son todas mujeres.

Pero para gastar en material de prevención contra las escaras de los viejos, eso no, ni un centavo, qué importa, los viejos van a terminar bien pronto el viaje, el TERMINUS está cerca; el tren se acerca a la vía…

¿Creen que los hospitales van a gastar en material y en tiempo para cuidar a los pacientes viejos, así como yo lo hice con Mamá?

De ahí surgió el odio contra mí.

Envidia y odio.

Me decían: “Aquí somos todas PROFESIONALES!”

Si, sin ninguna duda, profesionales que hieren y matan.

Les debo decir que el padre de esta señora murió de una septicemia, porque las heridas de las escaras, mal cuidadas por «las enfermeras diplomadas y profesionales, dejaron que las heridas se infectaran y legaran al hueso.

Esta tragedia pudo evitarse.

Yo, sobreviví con 400€ mensuales, sin embargo, tuve la suerte de que para que me renovaran “los derechos” al RSA, una excelente asistente social nos visitaba seguido y cada seis meses, firmábamos el contrato para que yo pudiese seguir percibiendo el RSA.

Cuando esta señora venía a casa, escribía los mejores informes; porque comprobaba que Mamá estaba viviendo en excelentes condiciones. Tomábamos el té y conversábamos de esto y aquello, fueron largos momentos de simpática conversación que recuerdo con añoranza, jamás encontré en Colmar la maldad declarada de las asistentes sociales de esta comuna, las que por pura casualidad tuve que ir a conocerlas, porque fui enviada no a mendigar dinero, sino que fui al Centro comunal, obligadamente enviada por la Seguridad social, por una cuestión de mis anteojos. ¡Para nunca más! Fueron tan malvadas y cínicas que nació mi libro, mi novela CONSTANZA Y LAS SERPIENTES.

 

Carmen Florence GAZMURI CHERNIAK

 

In, MEMORIAS, mi vida de Chile a Francia.

 

 

 

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