CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

Escritos literarios – críticos, anuncios de nuevas publicaciones, libros editados. Artista-Pintora. Telas al óleo, gouaches y dibujos

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ESCÁNDALO CUANDO LA PROSTITUCIÓN DEL ARTE PROFANA LO SAGRADO

9 Diciembre, 2021 (12:11) | Non classé

 

      ESCÁNDALO

 

 

    CUANDO LA PROSTITUCIÓN  DEL ARTE

 

 

 

        PROFANA LO SAGRADO

 

Estimados Lectores,

Observo con espanto que la partícula DE, dejo de indicar una línea de nobleza en el buen sentido de la palabra. Un noble defiende la profanación de nuestra Catedral Notre Dame.

Habría que comenzar por clarificar lo que la palabra nobleza quiere decir; se habla mucho de “nobleza de espíritu” cuando las cualidades personales de una persona mantienen su pertenencia a los más altos principios de conducta.

Esta extraña cualidad en extinción es en Francia un signo que desfavorece y condena, aquel o aquella que tiene en su nombre de familia la partícula DE o que por diversas razones la haya perdido y que continue a dar signos de “nobleza” será  sin ninguna duda llevado a rastras ante la guillotina invisible que  continuará  condenándolo y llevándolo  de fuerza ante el populacho

Esta es la sociedad  francesa actual.

Los primeros terroristas yihadistas que asesinaron los reyes que nos construyeron Francia y protegieron las Artes y los artistas, fueron los anunciadores del Terror, que nada pueden envidiar los actuales, quienes siguen la misma línea destructiva, sea esta factual o virtual.

Es de la primera de la que debo hablarles esta mañana.

En el diario televisivo acabo de ver que una Comisión se reunirá para decidir si la Catedral Notre Dame debe o no aceptar el acoger artefactos abyectos llamados “arte contemporáneo”.

Se nos ha dado dos únicos nombres de personalidades que intervendrán en vía de proteger y salvar la Catedral de la profanación: el señor Alain Finkielkraut y Stéphan Bern.

La nobleza es fácil de denominar, es la pertenencia al género humano demostrando ejercer desde su nacimiento hasta la muerte una conducta ejemplar, demostrándola gracias a sus más altos valores de dignidad, espiritualidad, altura y respeto para consigo y ante los demás.

Esto es el sentido inquebrantable  del honor.

Este es un  camino de perfección que se transmite por la familia, nada puede ni debe perturbar esta conducta.

Del mismo modo que una mujer que ha recibido una educación de un padre ejemplar en virilidad y  caballerosidad, en  su vida de adulta no va a aceptar un varón cobarde, canalla, afeminado y rustro.

Del mismo modo, una mujer que ha nacido de una madre pura y  digna, no se va a degradar prostituyéndose desde su más temprana juventud, practicando el “turismo sexual” , tratando su cuerpo como un Caddy de compras, llenándolo y luego vaciándolo en un IVG,  y viviendo en calidad de “concubina”, nuevo rango social altamente republicano, laico y solidario, alabado por las instituciones administrativas.

Es claro que hoy por hoy, el populacho que se siente ajeno a códigos de conducta, porque es incapaz de respeto, no puede mas que ensuciar lo que, no está a su alcance y que le será para siempre vedado.

La nobleza espiritual no se improvisa.

¡Cuando la nobleza que debe dar el ejemplo se rebaja al estado más corrupto rompiendo el linaje con divorciadas del estrellato, que le vamos a pedir al vulgo!

Es mucho más noble una campesina  fiel y devota a su familia, sin cultura ni conocimiento de etiquetas sociales que una arribista  que ya ha vivido y que se apropia de títulos para los que no está preparada ni podrá nunca representar.

La indignidad quiere profanar nuestra Catedral Notre Dame de Paris llenándola de lo más infame, rebajándola al gusto del populacho.

La guillotina es reemplazada por Comisiones mal llamadas “artísticas” donde actúan miembros  de pacotilla apoyados por mafias políticas y las hordas furiosas de la incultura.

Lo más indigno, lo más rustro y bajo sube a la estrada de lo sublime degradando su esencia, ensuciándolo con  su falta de cortesía y la osadía con que violan las reglas del buen  vivir. Yo siempre he pensado que estas cualidades no podrán jamás aprehenderlas, ¡aunque les regalemos el libro teórico de André Lhote, Las Invariantes Plásticas y nuestro Manual de Carreño!

 

Nadezhda Carmen Gazmuri-Cherniak

 

 

 

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