CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

Escritos literarios – críticos, anuncios de nuevas publicaciones, libros editados. Artista-Pintora. Telas al óleo, gouaches y dibujos

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¿TE ACUERDAS?

17 Marzo, 2022 (11:49) | Non classé

 

 

 

 

¿TE ACUERDAS?

Era un día asoleado, me instalé en con mi cuaderno frente a la sala de clases, a eso de las nueve, el sol me daba en la cara ; la verdad es que apenas leía, no tenía necesidad de revisar porque había estudiado bien mi prueba y no necesitaba repasar, mi ubicación era estratégica para espiar la llegada del profe de gramática y correr a pescar el puesto, yo me instalaba siempre en primera fila frente al pizarrón. Mi universidad era linda, amplios jardines, salas de clase con amplios ventanales, construida al estilo Le Corbusier, en frente de mi sala estaba la cantina-cafetería que nosotros llamábamos « La Panchita » era el nombre con que nos dirigíamos a todas las camareras.

Esperando la hora de apertura de la sala y apoyada en el muro del edificio de la administración de la Fac; arriba se alojaba la radio de la universidad; mis compañeros comenzaban a llegar caminando lentamente, unos entraban en la sala, otros me hicieron senas y les hice un saludo con la mano… Vinieron a mi encuentro:

«Hola Carmen ¿estudiaste? Sí está lista la prueba y tú ?, más o menos, preparémonos porque hay que pescar puesto, me dijo uno de ellos, el profe llega temprano, tú sabes…

Cuando de repente un ruido ensordecedor se produjo en lo más alto del edificio, al nivel donde estaba la radio de la fac, yo no comprendía nada, un poco en la luna, cuando uno de mis compañeros, bastante mas avisados que mi juventud soñadora, me tiró con fuerza de un brazo y me gritó: ¡Carmen! Ven ¡por favor! ¡Corre! ¡No te quedes ahí!
una bomba estalló arriba; me empujaron hacia el corredor central, yo seguía sin comprender nada, cuando un revoltijo tremendo se produjo es los pasillos de todos los jardines de la inmensa universidad, veo que una gran camioneta avanzaba por el pasillo central que por supuesto es un pasillo que da a inmensos jardines y que en ninguno caso puede acoger un automóvil o una camioneta, la puerta trasera estaba abierta, el conductor  la había dejado abierta y dentro en los asientos laterales estaban sentados estudiantes, ; yo seguía atónita sin comprender nada, cuando un tumulto de estudiantes se precipitó adentro gritando,uno de mis campañeros me empujó y me tiró con un empujón fuerte que me dejó de vientre pegado al suelo de la camioneta, íbamos unos encima de otros, hacinados, cuando una vez fuera del ámbito de la universidad, en un silencio pesado, el conductor que era el padre de un estudiante nos dijo: he venido a sacar a quien pudiese pescar, hay «golpe de Estado»’ La Moneda fue derribada…

Quedamos desesperados, el padre de uno de los chicos trabajó como salvador y taxista, depositándonos a cada uno en nuestras casas;

En ese entonces vivíamos en un barrio alejado del centro de Santiago, a una hora de « micro », cuando llegué Mamá estaba llorando como una desesperada, ya sabía la noticia por las informaciones, los vecinos agolpados en los jardines, Mamá me abrazó y me dijo: Papá fue a buscarte desesperado, papá en cuanto supo del golpe corrió a la fac a buscarme, cuando vio el desastre y que no me encontró en la universidad tuvo que hacer el camino de regreso sin mí ; me imagino pobrecito Papá como debe haberse sentido pensando que yo me había muerto o que me habían tomado presa los milicos.

En ese entonces, en 1973, hacía solo un año que mi padre había tomado su jubilación, papá jubiló a sus 72 años, y todos los días partíamos juntos en el bus de regreso, hasta el año 1973, iba a buscarme a la Fac, me daba vergüenza pero él se reía de mi complejo. Me acuerdo que cuando me esperaba a la salida de mi sala, yo caminaba por el pasillo paralelo al de él. Mis padres me adoraban, y Papá me guardaba en un sarcófago ma hermético que el de Tchernobyl.

Papá se moría de la risa, que idiota fui.. Cómo querría ahora que viniese a buscarme, tendría tanto que contarle, mi exilio voluntario, la obra de estas mafias de la administración que malograron mi profesión de profesora de castellano, que pisotearon mis poemas y mis cuadros movidos por la inmensa envidia…Sí, tendría tanto que contarte papá, cuando me acuerdo de tu desesperación cuando ese día del golpe de Estado no me encontraste en la sala. Yo ya estaba de regreso a casa.

Cuando de pronto, por la ventana, lo vimos llegar, Papá estaba tétrico, el color de su piel grisáceo, era la cara de un condenando o de un padre en duelo, abrí la puerta y corrí a abrazarlo, nos quedamos abrazados largo momento, luego nos reunimos los tres.

Cuando la universidad abrió sus puertas de nuevo, eran militares los que guardaban la entrada y teníamos que mostrar nuestra cédula de identidad para poder ingresar.

Militares armados de metralletas en cada entrada de la Fac.

Varios profesores no estaban presentes, tuvimos dos nuevos profesores de literatura, una nueva de griego y en la sala varios puestos estaban vacíos… Luego supimos que los milicos los habían llevado abajo, donde funcionaba la calefacción, allí los tiraron para matarlos quemados… Calcinados.

En la sala nadie hablaba.

Fue el 11 de septiembre de 1973 

Tuve un 100 % en mi prueba de gramática… Fui una de las mejores alumnas de la clase. Pero en Francia, jamás me dieron la titulización. Por desgracia no puedo contarles mi tragedia a mis queridos profesores, a quienes les debo todo, como estarían contentos de ver mi trabajo.

Mis compañeros tienen hoy en día varios años más que yo, porque yo era una de las más jóvenes de la clase… Y ese chiquillo del que estaba enamorada, debe tener hoy más de 70 años… un abuelo. Para mí será siempre el mismo joven delgado con cabello negro y en jeans.. Parecido a Serrat…

Si, ya nadie se acuerda…Cada idiota se cree el único que sufre en el mundo.

Nosotros sabemos… Nosotros sabemos que la C.IA. no tiró hamburguers ni Milk-Shakes de sus bombas ni metralletas, pero ¿qué se puede hacer?

La sociedad del desprecio será siempre la misma, y « nuestra lucha por el reconocimiento quedará siempre en suspenso… A menos que…

Nadezhda Carmen Gazmuri-Cherniak

In, MEMORIAS, Mi vida de Chile a Francia

  • Explicación  mis lectores: no he tenido dinero para renovar mi contrato de Open Office Word, asi es que este logiciel gratuito no tiene teclado español, debo corregir varias veces; además el computador funciona muy mal, ya está bueno para la basura, me hace perder un tiempo terrible, porque  no funciona la fijación de las correciones.
  • En mayo compraré Word y mis publicaciones estarán bien visibles y correctas, ya tengo dos libros listos para publicar, pero este problema práctico (la miseria  que vivimos diez millones de “franceses”, los ha dejado en espera. En mayo publicaré:  Constanza y las Serpientes y La Muerte en Francia: política funeraria del Terror.

 

  • Gracias por comprenderme y excusar que a veces aparcen errores que debo corregir dos veces más tarde.

 

 

 

 

 

 

 

 

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