CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

Escritos literarios – críticos, anuncios de nuevas publicaciones, libros editados. Artista-Pintora. Telas al óleo, gouaches y dibujos

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MOUROIR

17 Diciembre, 2022 (12:23) | Non classé

                                   

                           MOUROIR

 

“MOUROIR”. Ahora sé, releyendo les Antimémoires de Malraux, que el término es bretón. Bretaña es mi ciudad de sueño, estoy enamorada de Bretaña.

Hubiese querido instalarme para siempre frente al mar, por lo menos cerca, me informé bien cuando me atribuyeron un F3 magnífico, bien cerca del mar; tenía chimenea, estaba en plein-pied, y habría tenido una pieza únicamente para pintar, había un bus que tenía el paradero enfrente del edificio, y en un cuarto de hora me dejaba en la playa. Yo ya había conversado con el guardián, un hombrecito muy simpático que por teléfono me decía, “ah, ¿usted es la parisina que viene instalarse aquí con nosotros? Me han prevenido, está ya todo listo, ¿le enviaron las fotos? Yo le voy a recomendar a mi médico, él acepta nuevos pacientes…” Me llama en cuando llegue.” Las Mujeres-Serpientes malograron mi sueño.

Yo ya había firmado el contrato del alquiler, había enviado una carta certificada al síndico de este HLM y lo único que me faltaba era obtener el dinero para pagar el camión de mudanzas. Unos días antes me fui a la estación y compré el billete en primera clase, destinación: BREST, estaba en el sétimo cielo, volviendo a casa, en el tren, me reía sola de felicidad, por fin saldría de este infierno,  me decía, dentro de dos días estaré por fin en la playa, miraba y remiraba por Internet el edifico, las calles, y todo el conjunto del barrio donde llegaría a instalarme, abajo del edificio había pequeños comercios tranquilos, una lavandería automática, una panadería y a dos cuadras un inmenso centro comercial, me juraba que aunque dejase los cartones de libros y mis bártulos sin desembalar, lo primero que haría sería tomar el bus y partir al sentarme un día entero frente al mar, cuando llegué a casa triunfante, haciendo proyectos, llamé por teléfono al servicio de la Institución de la jubilación que les paga la mudanza a los jubilados;  el camión de mudanzas esperaba la confirmación escrita de que la Caja de jubilados le pagaría el giro bancario. Frente a la demora que me imponían las “asistentes sociales” de la Caja (CNAV) y al cambio brusco en la decisión del pago, yo me quedé atónita de la negativa  que se produjo dos días antes de partir; primero me quedé sin comprender el porqué de este cambio repentino de esas mujeres administradoras que primero me dijeron, solo un mes antes: “no se preocupe, le enviaremos el pago al director de las mudanzas aquí nuestras asistentes sociales son “très réactives” no la harán esperar porque su carpeta esta completa” me obligaron a llamar casi todos los días, para al final dejarme sin el pago. Y lo peor de mi caso es que la Caja de jubilados que ayuda a todos los viejos pobres a pagar la mudanza es la misma que me paga mi jubilación, así es que la facilidad para tratar una carpeta de una jubilada de la misma Caja es facilísima. El director de la mudanza ante tanto lío al último minuto me dio aún más facilidades, sabiendo que yo ya tenía todo listo y embalado me dijo: “dígales que yo acepto de hacer el transporte, pero que me envíen por mail una carta de “bon pour Accord”, y que me paguen después”.

Pero, ni con estas facilidades, justo un día antes de la mudanza esas serpientes, urdieron mentiras y se negaron a último minuto de concluir el contrato y pagar el camión, el pago es una obligación que tiene la Caja de Jubilados, la CNAV, (Caisse Nationale d’Assurance Vieillesse) para con todo jubilado sin recursos que debe mudarse por cuestiones de peso bien justificadas.

Al último minuto estas salvajes, sabiendo que yo había dado mi aviso de partida, que había firmado el contrato en Brest y que ya había embalado mis cartones,  me dejaron botada, riéndose todas con la grosera alevosía que les da el poder administrativo. Este delito se denomina “abuso de poder”, aquí es sancionado judicialmente con tres años de  prisión y 78.000€ de multa, es la sanción al delito de provocar perjuicios administrativos gratuitos a una ciudadana francesa con el puro fin de perjudicarla gratuitamente, gracias al poder que le otorga al funcionario su cargo administrativo, pero deben saber que aquí en Francia las leyes que son ejemplares, las sacan a cada minuto, haciendo la reclame ejemplar de la constitución francesa, sí, es cierto que Francia posee leyes ejemplares, solo que nadie sabe, en el extranjero, y aquí también, que estas leyes ejemplares se quedan en el escrito y no son jamás llevadas a cabo.

La ejemplaridad es jurídico-literaria.

Si no fuese así, las Mujeres-Serpientes de la administración no se conducirían violando su deontología con esta libertad.

Hice intervenir en urgencia el “Defenseur des droits” él intervino de inmediato enviándoles un mail, pero esas salvajes le inventaron una justificación tan absurda que cualquier persona que conoce medianamente las leyes francesas se da cuenta de la mentira; la Caja de jubilados tiene una sección de “asistentes sociales” que estatúan únicamente las carpetas de sus propios jubilados, habiendo conversado con ellas largamente por teléfono un mes antes, me enviaron por mail los documentos que debía llenar y poner adjuntas las fotocopias de mi caso personal; experta que soy en la constitución de “dossiers” franceses, les envié todo por carta certificada, me contestaron por teléfono que enviarían el dinero directamente al director de la mudanza, hoy en día todo se arregla virtualmente, por teléfono, por fax o por mail; así es que no me conocían personalmente, para ellas yo no era más que dos nombres, dos apellidos y el número de identificación de jubilada, el número de la seguridad médica; no se podía pensar que el cambio, el rechazo de pagar la mudanza se produjo al verme, no era una detestación física sino la respuesta a comadreos entre las Serpientes administradoras de la administración de esta comuna, y la de la Caja de jubilados que está ubicada un poco más lejos y que administra todo el gran distrito de Versalles. De lo mas aristocrático el asunto…

Al principio de esta aristocrática historia no comprendí nada y menos aún pude sospechar la razón que motivó a estas Serpientes el hecho de haber hecho marcha atrás en el pago y al último minuto.

En cambio, el grupo de asistentes sociales de Brest fue otra cosa bien distinta, las había llamado por teléfono, y sin ni siquiera conocerme, aceptaron el constituir mi carpeta de ayuda para pagar el mes de garantía, del nuevo alquiler, garantía oficial que tiene todo viejo jubilado sin recursos y que llega a una nueva comuna, para que vean que el comportamiento administrativo de Bretaña es totalmente diferente al de aquí.

Luego comprendí, la razón de este lío, que en mi caso se llama “discriminación ilegal”; se  trató de una alta funcionaria de la alcaldía de esta comuna donde vivo que intervino mandada por Las Serpientes del CCAS de aquí, que me conocieron brevemente cuando mandada por la seguridad médica fui a pedir el complemento necesario para pagar mis anteojos especiales, me hicieron esperar mis lentes 9 meses, no sin gritarme por teléfono que “debe esperar”, y desde que supieron que era una profesora jubilada, sobreviviendo  con una miseria y que  para colmo soy pintora y escritora y que a pesar de mis escasos recursos jamás me habían visto porque a pesar de vivir en la miseria jamás pongo el pie en los centros sociales de ayuda, jamás, la incomprensión de esta que es mi identidad las enrabia y la detestación fue instantánea y fue allí donde comenzó la discriminación  y el odio que se produjo en ellas contra mi persona como olas de fuego hirviente; había que destruirme de alguna manera, y como yo no les dejaba por dónde, en cuanto supieron que estaba ya por irme de aquí  y que otra administración estaba en juego para ayudarme, les di el motivo de destruirme en bandeja de plata, no les bastó más que llamar por teléfono a sus queridas colegas Serpientes, para convencerlas de dejarme sin el pago del camión de mudanzas. Es así como aquí en Francia se practica la ley del embudo, esas Mujeres-Serpientes se concilian entre ellas.

¿Jefas de Servicio? Son inoperantes para mí. Las Serpientes transforman mi carpeta en “caso especial”, siempre lo mismo, porque ¿Cómo es posible que una profesora con tantos años de formación universitaria se encuentre en la miseria?

El ser independiente, miserable y que una no pida nada, es algo suspecto.

En vez de ayudar, se dedican a mutilar.

En todo caso, ensayar de pedir ayuda a un jefe de servicio es una empresa perdida de antemano, las jefas de servicio son idénticas a las asistentes sociales del piso inferior, culebras que “trabajan “en un escalón un poco más arriba, son iguales a ellas.

“Le défenseur des droits” en  un tipo sin carácter que ponen allí no para como Don Quijote, resolver entuertos y salir en defensa de una dulcinea, él está allí sentado; sin hacer nada, beneficiando de una “secretaria “, una pobre imbécil que repite una grabación de robot, ella es por teléfono, el eco de su jefe, un funcionario borroso, que figura como un títere y que sirve para ayudar a los inmigrantes recién llegados que vienen a Francia para aprovechar de las ayudas económicas que la administración les regala automáticamente con la “ayuda “del Defenseur des Droits, ayudas económicas fabulosas que ellos reciben sin ningún esfuerzo, ese que yo debí emplear, con un gasto de energía inimaginable, primero para conseguir el piso en Brest, fatigas interminables, esperas que no toman fin, esperas y fatigas de noches de insomnio, de llamadas telefónicas, de redacción y de escritura de cartas de motivación para explicar mi caso y convencer de que ese dinero para pagar el camión de mudanzas es algo capital en mi proyecto, de preocupación interminable, de fotocopias y envío costoso en cartas certificadas que me costaron una pequeña fortuna para mi miserable jubilación.

Ese tipo, que figura como funcionario salvador de enredos, me los complicó aún más, tipo sin carácter, que no se impuso.

¡Cómo va a obligar ese pobre tipo miserable y cobarde, a que respeten la deontología de una “asistente social”, si ellas son sus propias “colegas”! Este pusilánime funcionario no podía intervenir salvándome, defendiéndome, no debía “comprometerse”, su único rol es el de figurar, invisible, hace una figuración de falsa defensa y se queda en la retaguardia, las que ganaron fueron las Serpientes, esas que son ” piojas resucitadas,” esas que sin diplomas, llegan a sentarse para toda una vida en una administración podrida, cuando les llega un caso especial aprovechan de destilar sus resentimientos, y es por eso que jamás he pedido y jamás pido “ayudas sociales “, porque primero no estoy formada para mendigar sino para vivir de mi trabajo y luego porque no tengo carácter para “pedir “,  para humillarme, si esa vez tuve que pedir para el cambio es porque antes que nada, el pago de la mudanza esta previsto en la ley de la Caja de Jubilaciones, así es que yo estaba pidiendo una ayuda que esta inscrita en la ley, y todos los jubilados pobres benefician de este pago si no tienen dinero, yo no estaba colocándome en la posición de una exigencia de trato especial, ni pidiendo un traitement de faveur” para con mi persona.

Luego, es claro que ni ahorrando podría pagar 2000€ para mi mudanza, y los lentes fue una cuestión obligatoria a la que me obligó la seguridad médica ¿de dónde iba a sacar 500€ para pagar los lentes, si mi jubilación es de 842€?

Aquí en Francia, los que piden “ayudas sociales”, los pobres que hacen nata haciendo la ronda de los CCAS de las alcaldías, son todos analfabetos, las “asistentes sociales” ganan sus sueldos gracias a la miseria, sin pobres, ¡cómo tendrían ellas un puesto inamovible, pagos de “primes”, con el primer sueldo ya se compran un automóvil y viven regiamente, gracias a la miseria de los que llegan mendigando ayudas, y ellas que no son nada, se sienten poderosas, saben que “las necesitan”! Oh, pero que desilusión cuando llega “la Gazmuri” como me llaman, ¡por una única y sola vez!

¡Y haciendo el pedido del pago legal del camión de mudanzas! Sabían perfectamente que, sin ese pago, me quedaría fija en este HLM de porquería. Entonces les cae como una bendición el ejercicio del poder, el tener un motivo de aplastarme.

¿Qué otro motivo generó su rechazo del pago al último minuto?

Ningún otro que el placer sádico y morboso de dejarme fija en el insectario de este suburbio infecto.

Esas son las locuras administrativas que la ley del embudo francés regala a las profesoras diplomadas Bac+8, pintora heredera de la Escuela de Paris y escritora. Vamos bien lejos con la letanía de: «Liberté, Égalité y sobre todo:  Fraternité!!!

Al final, el episodio mudanza hacia Brest cayó al agua.

La Gazmuri est insistente!”

Yo no me dejé aplastar, y les escribí una larga carta a los administradores del HLM de Brest, mi carta que era una verdadera “plaidoirie”; en la que les pedí que me pasaran de nuevo a otra “comisión”, entretanto yo trataría de ver otra posibilidad para obtener esos malditos 2000€ que necesito para la mudanza. Entonces, el joven funcionario al leer mi carta me envió de paseo, no sin denominarme INSISTENTE y de que a pesar de mi “insistencia” no lograría nunca más un HLM en Brest. Pobre cretino, me hizo “culpable” del crimen de las Mujeres-Serpientes de la CNAV, aunque en el fondo sabía perfectamente que nadie va a desistirse de un HLM una vez que se ha firmado el contrato, que se ha dado la partida oficial del piso que se ocupa y que los cartones están listos para partir. La hipocresía de la administración es mortífera, no se puede luchar contra ella, porque una se revienta contra un muro, y no contra “el muro invisible”.

Si, según todos los que me conocen superficialmente, yo soy “insistente”, claro, a pesar de su insolencia, en el fondo desde su pequeñez vio la verdad en mí, no me dejo aplastar por nadie, estoy educada por mi padre que detestaba a los “que se echan al suelo”. Yo, a pesar de los fracasos, que no son míos, son los fracasos en los que estos mafiosos me han hecho caer, me levanto luego de la caída y, sigo “insistiendo”;  de mi lucha contra la adversidad he salido incólume, quisieron que me quedase en la calle sin mi titularización de excelente profesora de castellano, no lo lograron, quisieron, al negarme la publicación mis libros, que me quedase sin aliento para que nunca más surgiera en mí la palabra poética y la crítica acerba contra la sociedad, tampoco lo lograron, me resolví a ser “autora independiente”; la mafia de la alcaldía de París que me negó durante cuarenta años: taller, exposiciones, galerías y becas, quiso que no pintase nunca más, he seguido pintando, ¡pintura con gotario por falta de dinero, pero al cabo buena pintura!

No me dejo aplastar, ninguna persona convencida de sus valores va a dejarse mutilar entre las garras de inferiores. Y, de los supuestos “superiores” tampoco.

Mi padre me educó para luchar sola en la vida una vez que el “desapareciera” y que no estuviese a mi lado manteniéndome, defendiéndome del mal, para cuando él desapareciera, eufemismo como él llamaba la muerte, una desaparición.

Y he practicado a la letra sus consejos.

¿Cómo no voy a “insistir” si necesito salir de este suburbio por múltiples motivos más que justificados?

Podrán imaginarse como me quedé, con el cambio perdido, me lo negaron todo y al último minuto, lograron matar en mí, afán, voluntad y esperanza, todo desapareció diluido en el veneno de Mujeres- Serpientes.

Hubiese querido alternar mi tiempo entre Bretaña y Paris, porque sin París no me puedo pasar, pero es el dinero el que manda en todo, miren que necesitar la dependencia de la decisión de otros, para decidir dónde y como vivir, en mi caso no es ya “vivir” sino solamente resolver el de qué manera quiero terminar mis días para dejar un poco más avanzado mi trabajo pictórico y literario. De la pintura tenía grandes proyectos, pintar grandes cuadros;  sin mecenas, debo escoger cada mes, contando mis miserables euros, qué debo dejar para el frugal alimento, y cuantos billetes puedo dejar aparte para la botella de esencia de terebintina que aumentó el precio a 60€ y a los tubos de colores indispensables, qué decir del precio de las telas, una de 45 x 65 me roba el dinero para dos semanas de escaso equilibrio se sobrevivencia, no estamos en la feliz época en que los pintores de Montparnasse hacían el troque de una de sus telas por colores o una sopa caliente en invierno. Es esta una de las peores humillaciones que he vivido, que vivo y que ensayo hasta ahora de acomodar, para por fin salir de este suburbio e instalarme en un piso de manera independiente, pero para lograrlo necesito dinero, nada más que dinero.

Las ayudas ahora son instantáneas para los ucranianos, como no, los protegidos del llorón que debería irse a lloriquear ante el muro de lamentaciones y dejar al mundo en paz con sus pedidos de armas, de dólares y euros que coge en abundancia de los dirigentes cretinos que alimentan su guerra y su idiota “independencia», porque es  estúpido el querer “independizarse” sin un centavo y sin armas, ahora es el mundo entero el que debe asumir su locura, somos nosotros, pobres ciudadanos indefensos, los que debemos soportar sus locuras de independencia pagándole y quedándonos nosotros cada vez más pobres, soportando que ante la carestía y dificultades de la sobrevivencia cotidiana y el aumento de los precios de cuestiones vitales para vivir los dirigentes, los políticos de esta MAZAMORRA nos digan justificándose ante la alza de los precios:  “Es la culpa de Putin”, “es por la guerra en Ucrania”

Esa no es “mi guerra” que se vaya al diablo ese imbécil de presidente YouTube. De mal llamado presidente de Ucrania.

¿Todavía sigue lloriqueando por TouYube?

Yo no tengo televisión, no compro la prensa porque no tengo dinero y la radio no la escucho casi nunca, no tengo tiempo. Así es que no sé nada de lo que pasa “en el mundo”, gran descanso. Doy prioridad a mi pintura y a mi escritura, nada más.

Yo no tengo el dinero necesario para grandes proyectos y, ya vieja, esos grandes proyectos se alejan cada día más…Veremos, todavía me queda la esperanza, como lo dice Miguel Hernández en el poema Cancion Última:«dejadme la ultima:esperanza.”

 

Carmen Gazmuri

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