SECUESTRACIÓN DEL MEDIO ORIENTE EN PARÍS
SECUESTRACIÓN
DEL MEDIO ORIENTE EN PARÍS
“Je vais te frapper la tête contre le mur, ici il y aura du sang ! »
Así me gritó en octubre 2013 ese canalla corpulento, barbudo y bestial, pérfido del Medio Oriente, cobarde y valiente contra una mujer indefensa: Yo. Esto ocurrió justo unos días después de haber enterrado Mamá.
Ese fue su vocabulario al que esta acostumbrado porque es su práctica cotidiana, formado con metralleta en mano para matar y hacer correr la sangre. …”Ici il y aura du sang!”, para con la otra garra, hacer correr las páginas de su sagrado libro de plegarias, haciéndose el “piadoso” representante de “los elegidos». Es para reírse a carcajadas, pero trágicas.
¡Ah! ¡Lo que he tenido que sufrir aquí en Paris!
Unos días después del entierro de Mamá, comenzó la persecución de la Hiena de Colmar y de “la logeuse” de la pocilga que me había prestado para vivir un tiempo indefinido con Mamá. Escribí una novela: La Mafia de la Calle Gris de Paris.
En duelo, tuve que soportar tres juicios paralelos, contra el asesino de Mamá y sus tres cómplices, contra la Hiena de Colmar y contra la persecución y secuestro del Medio-Oriente.
Ese préstamo de la pocilga fue obtenido “gracias a la intervención,” del “médecin Traître-Tant”, donde yo pagaba sólo “les charges”: electricidad agua y había firmado mi contrato de la Box que me daba teléfono e Internet, tratando, por supuesto, por que fuese una estada la más corta posible desde mi regreso de Colmar a Paris, con el objeto de que, una vez llegadas a París, mi carpeta de pedido de HLM fuese tratada rápidamente.
El problema era que “la logeuse” era una amiga de la esposa del “Médecin Traître-Tant “es por eso que cuando Mamá sufrió del infarto, ese médico asesino no quiso darle los cuidados de urgencia y le negó la hospitalización; porque se le presentó el programa de mi desalojo en bandeja, se dijo: «si le niego los cuidados de urgencia, la madre va a morir, si la madre muere, no la considerarán “familia” y podremos fácilmente echarla a la calle y recuperar el piso”.
Los espectadores de mi tragedia me dijeron: “ese médico es diabólico”
Luego del crimen en octubre del 2013, el primer ataúd de Mamá fue de madera de la más pésima calidad, de esos que reserva la alcaldía de París para la venta “low-cost” destinada a “los indigentes” poco importa si los indigentes son diplomados universitarios o pianistas”, aquí “tout le monde est pareil!”A condición de ser pobre, le faltó decir.
Fue un entierro precipitado, en tumba “provisoria” situada al final del cementerio, en el terreno que ésta laica y atea…reserva a los indigentes, en el último lugar del cementerio, allí donde antes se enterraba a los que no son nada y no tienen nada, en sus famosas “fosas comunes”.
Fue una tumba arrendada solo por cinco años y un día, la cajita de madera debí cambiarla por un nuevo ataúd en el año 2018, cambio de ataúd y de cementerio. Es a eso lo que me obligó la ilustre alcaldía de Paris. Allí comenzó el nuevo desastre. Aún no termina.
Para “esa”, que dirige “los fondos funerarios” el ejecutar tres inhumaciones, tres exhumaciones para rematar el sacrilegio con una última inhumación es una bagatela, porque siendo ella atea y laica, nos obliga a todos a seguir su onda del desprecio para con los muertos.
De los tres entierros hablaré más adelante.
En ese entonces yo debí sufrir la persecución de” La Hiena de Colmar” que no me dejaba en paz desde el año 2009, luego la siguió la persecución de La Mafia de la Calle Gris, que me secuestró y mandó una bestia de dos metros de alto a pegarme, robarme mi teléfono móvil y que puso un pegamento en la cerradura para que yo no pudiese entrar al piso si salía a exterior, dado que pertenecen todos esos ejemplares masculinos y femeninos a la misma mafia y cofradía del “Médecin Traître-Tant”, salieron incólumes de mi acusación en el juzgado, además yo no obtuve un abogado competente, y ensayé sin éxito el defenderme sola. El día que me citó la jueza, me envolvió en sus textos de ley, creyendo que, porque pobre, sería según sus cálculos, idiota e ignorante, y que desde mi miseria, idiotez e ignorancia mezcladas, sería tan fácil engañarme, botarme por el desvío y salvar a su mafia del Medio-Oriente.
Porque aquí en Francia cuando no se tiene dinero una es una cretina que viene “de abajo”, ese cálculo es errado, lo peor es que aquí en la cité HLM donde vivo hay que decir “de arriba”, el más alejado terreno del centro de la minúscula ciudad, donde tiran en HLM a los pobres, cuestión que no se los vea, que se queden “invisibles”,” allá arriba”…sorprendidos me dicen: “Ah, vous habitez là-haut!”
La Jueza hizo esfuerzos porque yo le creyera todas sus mentiras jurídicas, ni aunque abrió el Código penal que yo ya había consultado, y que ella haciendo un teatro de baja calaña trataba, leyéndome los textos de ley para disculparse ella misma, de su osada aventura de mentiras, dejando libres a la mafiosa y su comparsa y dejándome a mí, víctima y apaleada con el juicio perdido; en el fondo lo que salía en claro sin quererlo, era que mi verdadero secuestro que ella escondía sin querer nombrarlo, no era más que un “secuestro a medias”, porque la mafia me dejaba salir a la calle en todo momento, sólo que esta jueza pervertida, no me leyó las cláusulas de esa misma ley que dejaban en claro que, si las consecuencias y perjuicios de un tal encerramiento forzoso, aportaban graves perjuicios a la víctima, el bloquear la cerradura por fuera, impidiéndole entrar de nuevo al interior, sigue siendo considerado como un delito penal de secuestro.
No consiguió convencerme de que ese no era un verdadero secuestro. ¿Cómo iba yo a discutirle a una jueza que ya había preparado su discurso de antemano?
¿Cómo iba yo, sin abogado de veras, más que una planta trepadora, ávido de subir en su profesión sin discutirle a una jueza y que ese día llegó sin la menor preparación ni intención de defenderme?
Fue una sesión grotesca y ridícula.
Mi discuros en mi propia defensa no sirvió de nada por mas que le dije de frente a la jueza la verdad de mi horrible estada secuestrada en la pocilga sin comida no contacto con el exterior.
Las pruebas de las múltiples intervenciones que las autoridades por liberarme esta jueza las paso por alto silenciado con una violación flagrante de su deontología, eso fue lo más grave; ¡todo quedó silenciado entre los cuatro muros del Tribunal de Grand Instance de Paris!
Yo ya había redactado un espeso tratado jurídico, era a mí a la que el Estado debería pagarme la ayuda jurídica, porque jamás los abogadillos que he tenido, han redactado el más mínimo informe, la única excepción fue el último juicio en que la excelente abogada española me salvó con un informe en mi defensa que merecería recibir el premio Nobel en derecho, redactó un informe jurídico en mi defensa absolutamente genial, porque con una claridad aplastante, supo encontrar los artículos de la ley apropiados para defenderme y derribar las mentiras de la hiena de Colmar.
Esta abogada, encontró la clave justa para derribar las mentiras y calumnias de esa manipuladora. Es un caso único, histórico y memorable. Otra abogada como ella no hay.
En todos los otros juicios, he sido yo la única que ha trabajado arduamente en la constitución de mis carpetas y en la redacción de los informes.
Y, he sido yo la que les he entregado cartapacios completos y redacciones jurídicas que van entre 350 páginas el más extenso del asesinato de Mamá, y unas veinticinco o treinta paginas para los otros juicios repletos de delitos penales de los que me han obligado a defenderme.
Y, al final, el de la secuestración, lo preparé con todas la pruebas de tener entera razón de haber recibido golpes físicos de ese bruto salido directo de la armada del Medio Oriente, del pueblo elegido para matar, creyéndose en su patria y libre de venir a golpear a la que ya era una “verdadera francesa”, sino de “souche”, una hija adoptiva de Francia con todos mis derechos porque honorable ciudadana, no como él, despreciable desecho inservible y para colmo un cobarde de primera, cobarde que de hombre no tenía más que un exterior de boxeador, creyéndose hombre pegándole a una mujer sin defensa. Me agarró con fuerza mi móvil de las manos, acaparándolo con sus garras como garfios metálicos, porque en cuanto lo vi en la puerta esperándome, ¿saben lo que me dijo?
Ese bestia, abriendo los brazos a lo ancho de la puerta, impidiéndome entrar me gritó en el umbral:
« Donne-moi les clés !
Non, je ne vous donne rien, je suis ici chez moi, laissez-moi entrer.
« Donne-moi les clés »
Alors, lui dis-je, j’appelle la police…
Fue allí donde avanzó hacia mí y me agarró el móvil de mis manos con un zarpazo de animal.
Yo había sacado mi móvil en lugar de mis llaves, yo estaba lista para llamar a la policía, ahí tuvo miedo el canalla.
Entonces siguió gritándome :
“je vais te frapper la tête contre le mur, ici il y aura du sang !”
Claro, ese maraco creyó que estaba en la frontera Palestina, que vuelva a su patria a verter sangre, barbudo con lentes, corpulento y bestial como un energúmeno fétido y sin alma, me imagino como serán esas bestias allá, ¡y que aquí tienen idealizadas como víctimas!
Hay cada estupidez mundial …La otra es Ucrania con esas dos juntas tenemos para rato.
Luego cuando me deprendí de sus garras, toqué el timbre del vecino, entonces este bestia-cobarde, se arrancó tomando rápido el ascensor, ese es el ejemplar que lucha en la armada del Medio Oriente, valiente con las mujeres indefensas y con el pillaje en sus fronteras.
Luchar contra indefensos no cuesta nada, la victoria en el terreno está asegurada, y aquí en Francia, tienen pase libre en los Tribunales, un cartapacio de “leyes” los protege, primero desde 1945 y confirmado con el Concilio; religión y Themis corren en su ayuda. ¡Ah la reclame y sus atributos eternos!, imposible luchar contra esas mafias, lo único que hay que hacer es evitarlos, cerrar puertas y ventanas con candados, y desde que aparece uno en el horizonte: les recomiendo escapar.
Tuve tres días de ITT, tuve que ir al hospital de l’Hôtel
Dieu, a depositar mi queja junto con pasar un examen médico, solo contusiones y ninguna fractura, supe defenderme resbalándome rápido de sus garras, este episodio lo cuento en detalle en mi novela; los médicos, del “Hôtel Dieu”, me tranquilizaron fueron delicados y comprensivos con mi asunto que no podían creer, el hospital está al lado de Notre Dame, me enviaron a la comisaría de la policía médico-jurídica, luego de examinarme de nuevo, me dieron tres días de asueto; y varias pruebas médicas de la agresión física y moral. Me dieron hora para pasar una entrevista con un psicólogo de la comisaría destinado a ayudar a las víctimas de agresiones físicas y morales, fue lo único que no acepté, estaba en duelo y yo sabia que, mi duelo seria eterno, no tenía fuerzas para ponerme a hablar de esta mafia degenerada del Medio Oriente. Además, al día siguiente tuve la visita de las urgencias médicas de París, y de mi médico de esa época que vino a verme a la pocilga y que atestiguaron sobre mi situación de secuestro y agresión, visto y comprobado en Certificados de que estaba secuestrada sin poder salir del piso, porque si salía me hubiese sido imposible volver a entrar, era eso lo que La Mafia de la calle Gris quería obtener, el que yo, desesperada sin poder salir a comprar, saliese por fin y que con la cerradura exterior bloqueada por el pegamento, la Mafia se quedaría en poder de mis pertenencias, y yo como SDF, en la calle.
Les salió “el tiro por la culata”, porque a pesar de que ganaron el juicio contra mí, el mismo día que debían venir los hombres de justicia a desalojarme, mi abogada obtuvo la pieza HLM en el 13ème. Me salvé por milagro de no quedarme con mis cuadros y mi biblioteca en plena calle, habrá sido un espectáculo con la llegada de la televisión, me salvé con un intervalo de unos pocos segundos de tiempo que me separaban de ser SDF y pasar a ser una habitante parisina de 15m2 de un HLM en el treceavo distrito de París, allí viví ocho años, sin poder pintar porque en los 15m2 apenas entraban mis libros y mis cuadros y yo no disponía más que de dos metros para circular y con gran dificultad. Fue la exigüidad de ese piso la que me obligó a aceptar el mudarme a este lejano suburbio de basura.
Como si dejarme secuestrada no fuese poco, el marido de la dueña de la pocilga tuvo otra idea propia de su mafia, se le ocurrió llamar por teléfono al distribuidor de Internet y teléfono, en esa época yo estaba en SFR, y ese tipo llamó al servicio de clientes, para cortarme mi teléfono, fue el colmo de la ignominia, lo que quería este segundo mafioso era dejarme aún más abandonada sin contacto con el exterior, sin poder pedir socorro a nadie
Este mafioso que vivía en Isarael la mayor parte de su tiempo, les dijo que él era “¡¡¡mi marido” !!! y ¡¡que estaba en pleno período de “divorcio”!!! por lo cual debían cortarme la Box, el servicio de clientes de SFR, violó mi contrato, que es personal y que se firma con la cédula de identidad francesa, donde aparece claramente que soy soltera, así es que cómo será la influencia de esa mafia del Medio Oriente en los juzgados, que hasta los PDG de las multinacionales les sirven de apoyo para ejecutar sus crímenes; no sería raro que el PDG de ese servidor de Internet sea de su misma calaña. Así es que me cortaron el Internet, el teléfono y la televisión.
Me quedó solamente el móvil, para tratar de sobrevivir, no tenía absolutamente nada para comer, se me ocurrió llamar a Chile, allá una señora del museo que admiraba a mi padre, corrió a la embajada de Francia en Chile pidiendo ayuda de urgencia para mí, ya que soy francesa y la hija del pintor Hernán Gazmuri, esta señora me contó después que mi historia del secuestro la publicaron en un periódico de Santiago, esas llamadas seguidas que tuve que hacer a Chile por teléfono móvil tuvieron un costo fabuloso, cuando me lo cobraron, por supuesto que no pagué, los culpables eran ellos que me cortaron mi contrato creyendo la mentira del tipo del Medio Oriente. Al fin parece que mis llamados dieron resultado, poco a poco se fue resolviendo su múltiple canallada, mi abogada de Colmar envió un Fax al alcalde y lo obligó a tomar medidas drásticas de lo contrario pagaría las consecuencias por dejarme encerrada sin defensa; mi abogada de París, la que luchaba por obtener un HLM, envió un fax al Prefecto de Paris insistiendo en que yo estaba bien secuestrada, sin alimento, y que esa situación era condenable e insoportable en pleno siglo veinte en Francia, fue así como un vendaval de intervenciones que yo hice brotar fueron uniéndose hasta que por fin me liberé.
Así es que la alcaldía del veinteavo distrito de París, envió sus Inspectores a la pocilga de “la logeuse”, allí viví con Mama, en la pocilga llena de mugre y de escarabajos rojos, que fue clasificada de piso peligroso e insalubre por el Servicio de Higiene de la alcaldía de París, toda la instalación eléctrica y de canalizaciones estaba al aire y amenazaban con incendio e inundaciones
Los Inspectores vinieron a hacer la constatación luego de haber denunciado a la Mafia por cartas certificadas, y a mi pedido vinieron a hacer la inspección, fue allí en una pocilga inmunda y peligrosa donde tuve que vivir de regreso de Colmar con Mamá, fue allí donde tuve que hacerle sus cuidados estériles, todo eso lo cuento en detalle y con la copias de todos los informes oficiales que estarán insertos al final de cada relato, como pruebas irrefutables e inamovibles.
Mi denuncia y relato quedará sellado con testimonios oficiales que tienen carácter de veracidad jurídica, quedará todo descrito en detalle para la posteridad, lo publicaré en el 2024, no se salvarán ni con mi muerte esos canallas.
Sera un arreglo de cuentas tardío pero el escrito no perdona nada, el escrito es eterno, no como los falsos juicios y audiencias de pacotilla que da Francia.
La alcaldía del 20ème, envió un cerrajero que cambió la cerradura repleta de cola, donde estaba yo secuestrada en la pocilga; el cerrajero la cambió por una super segura, bien hermética y metálica, como esas de las empresas, con un código de entrada que se abría con un “badge”, era imposible que la mafia programase el poner cola en la cerradura, el costo fue la fortuna de 1200€, y lo más grave fue que ¡El Estado francés no le cobró un centavo a esta Mafia de la Calle Gris de Paris!
Y, luego la alcaldía me dio 100€ para alimentarme, en esa época yo estaba sobreviviendo con el famoso RSA, de 480€ mensuales, y estaba pagando la deuda del entierro a mi farmacéutico que me prestó dinero, para pagar el ataúd y el entierro, así es que para comer no me quedaba casi nada.
Esos 100€ me perecieron una fortuna fabulosa. Lo único que me hacía resistir eran las sopas Clinutren que obtenía en la farmacia con una receta me daba mi médico y mi farmacéutico venía a darme los paquetes a domicilio.
Así es que, dado que SFR era culpable de violación de mi contrato, tuvo que partir directo a la retaguardia y yo, dejándome por fin en paz, con mis cartas certificadas me defendí muy bien y, sin abogado.
La protección eterna que se ganaron esas mafias del Medio Oriente es algo increíble para gente que vive en el extranjero, nadie sabe que una vez llegadas aquí esas mafias se unen para aprovechar de las ayudas sociales gratuitas que obtienen mintiendo por ejemplo que son propietarios de varios pisos, es así como no declaran sus bienes y obtienen sin el más mínimo control, todas las ayudas sociales que existen en Francia para “los pobres”, se adjudican sin merecerlo, la compasión de Francia y lo peor, es que pueden vivir regiamente al amparo de sus crímenes y delitos, gracias a las leyes francesas; cuando nos asaltan como verdaderos piratas asesinos, no nos queda otra que callarnos ante la jueza, pero no por escrito, porque contra estos salvajes hay que abrir la Caja de Pandora; dejando dentro la esperanza de que un día revienten de veras.
Vaya una a oponerse a estas mafias institucionalizadas y a tratar de acusarlos de sus crímenes, están absueltos sin juicio, perdonados de antemano, ellos siempre saldrán libres, ¡“pobrecitos…Han sufrido tanto!..!”
¡Chut silencio!
Carmen Gazmuri
In, MEMORIAS, mi vida literaturizada de Chile a Francia.
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