CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

Escritos literarios – críticos, anuncios de nuevas publicaciones, libros editados. Artista-Pintora. Telas al óleo, gouaches y dibujos

Skip to: Content | Sidebar | Footer

Puede ponerse en contacto con Carmen Gazmuri-Cherniak a través
del formulario de contacto en el sitio.

EL ECO VIVIENTE DE MI BIBLIOTECA

10 Diciembre, 2022 (11:53) | Non classé

               EL ECO VIVIENTE

 

 

 

             DE MI BIBLIOTECA

 

“…mortel souci de mourir en survivant dans la mémoire pétrifiée de paroles monumentales »

                                                     Serge KOSTER

                                                              Racine

                                             Une passion française (P.5)

                                                    

Estimados Lectores,

En la primera página de su ensayo Racine une passion française, Serge Koster nos da el más supremo análisis de Racine que jamás he leído, y nos evoca desde su posición de agnóstico, no, sin dejar de ser profundamente lírico, que el “bruissement de su biblioteca es dudoso para con la perennidad de los autores que cobija; nos referimos a su perennidad humana, tangible y memorable tanto como a “la gloria” que hubiesen tenido tal vez en vida y que se prolonga o que les llega por desgracia para ellos, póstuma.

Yo me sitúo en el polo contrario de la teoría de Serge Koster, lo que nos aterra es que la “presencia” viviente del artista sea una “nada”, pero la terrible contradicción es que ya sea mirando el cuadro, escuchando la grabación o leyendo el escrito, resuciten.

Me refiero a “la gloria” a la que aspira y merece el verdadero artista en “reconocimiento” a su arte serio, gloria que se opone absolutamente al éxito al que aspiran los actuales usurpadores y prostitutos del arte del “vedettariat”.

Pienso claro, poniendo en claro una verdad de Perogrullo, porque no se piensa más que por sí mismo, desde mi sólo punto de vista que es mi “sentimiento”, mi “sensibilidad”,  aparte de toda convicción religiosa, que se equivoca, sobre todo porque no corresponde al interés que él manifiesta en todos sus ensayos, no solamente como el gran erudito que es, sino el apasionado y convencido de sus análisis críticos sobre tantos escritores, es entonces que descubro en su aseveración una contradicción.

Ensayo de explicarla, cuando niña y adolescente yo pasaba mañanas enteras en casa, viendo y escuchando en el gran salón, preparar sus conciertos a Mamá, su gran piano negro de concierto resonaba como un mar tumultuoso, tocando Beethoven, su interpretación era de una trágica humanidad, dejemos lejos las consideraciones psicológicas estúpidas que verdaderos artistas no toman en consideración, me refiero a lo que dice el vulgo ignorante que se atreve a dar “opiniones” y sentencias, refiriéndose cada vez que emitimos una crítica a sus propios alambicamientos kitsch de parentesco; nosotros analizamos dejando todo pathos al margen es así como en tanto que hija de dos artistas consumados fui formada y educada desde la cuna.

Ese eco pianístico me persigue a todo momento, la desventaja de la música es que se desvanece junto al intérprete. La partitura queda allí, muerta, sin el pianista.

Trágico destino del compositor y del intérprete.

Lo que se ha corregido por suerte, con la edición de discos, pero si por desgraciadas circunstancias, como lo fue para con mi madre, que ella destruyó todo a la muerte de papá, de su genio pianístico no queda nada.

No queda más que lo que escribo, que me crean o no, dejo el testimonio, lo que hago de manera rutinaria es una ofrenda diaria haciendo de la pagina un homenaje, a la manera de una sepultura perpetua que se adora, que se honora y ante la cual la palabra sirve de vanas flores, pero con la ventaja de que la palabra con la que honoramos nuestros artistas muertos, no se fana.

La ventaja del escritor es que una vez muerto, su obra es un hecho concreto, tangible, es un “objeto”, aunque la palabra se desvanezca, aunque la gloria no haya llegado ni en vida ni póstuma, EL LIBRO existe y ocupa un lugar en el espacio. Es por esta razón capital que odio las publicaciones virtuales, y que defiendo el libro impreso como la más valiosa de las invenciones, y personalmente, desde mi posición de “autora independiente”, y que publico mis escritos y poemas solitaria, aunque vivo en la miseria, me las arreglo para editar a mi costo cuatro ejemplares de cada uno de mis libros, uno para la BNF, y el resto para que se queden silenciosos en mi biblioteca, porque necesito ver mi “trabajo literario” hecho “realidad”.

Una bestia asesina, de esas administradoras de la función pública que se dedica a hacer la gestión de los postulantes de pisos de alquiler moderado (H.L.M.) en Paris, me dijo que yo ya soy una “vieja jubilada” y que no necesito mas que una pieza en la que pueda poner una cama, una mesa y dos sillas, para lo cual mi pedido de tres piezas es un absurdo desmesurado que el glorioso Estado francés jamás me otorgará. Yo no pertenezco a la mafia de protegidos, los jovencitos protegidos de la alcaldía de París que les da becas y estadas gratuitas en la villa Médicis para que sigan perpetuando la construcción de telas de cuatro metros pintadas en dúo, la estupidez multiplicada por dos, embadurnando telas con brochas de pintores de brocha gorda. Y las otras becas y publicaciones gratuitas están destinadas a “sus escritores” bien escogidos, afiliados a su “partido”, para que esas falsas “escritoras feministas”  viertan su cuitas sexuales en detalle en las pobres paginas virginales o que nos revienten el cerebro contando al mundo entero sus traumas familiares, en vez de reservar hora en al gabinete del psiquiatra, hacen creer a la gente idiota e ignorante que  esa mugre es literatura. Porquerías personales en la que la palabra es prostituida y para colmo editada. He dicho.

Le repliqué que estoy llena de mis cuadros y de mi biblioteca, de los que me es imposible separarme y que para pintar al óleo necesito una pieza aparte, porque la pintura al óleo es tóxica y provoca un envenenamiento pulmonar inmediato si se duerme o se vive allí en permanencia… Entonces esta funcionaria, joven mujer y genio de la administración francesa me contestó: “no tiene mas que dárselos a una asociación”

Es decir, me mató antes de tiempo.

Ésta, su respuesta, no merece más comentarios, un balazo es lo único que merece.

Tal como lo dijo D.H. Kahnweiler, “a los que desvirtúan el arte deben ser fusilados”.

La biblioteca personal es un espacio viviente, que no sea suficiente para “resucitar” a nuestros queridos escritores y poetas es una verdad a medias porque no podemos tenerlos “vivos” con nosotros, esto quiere decir que la resurrección es “a medias” …

Siempre, para siempre, la biblioteca de libros y de discos tiene una misión, salvar de la nada a nuestros artistas, seamos fieles a esta misión, es nuestro deber el perpetuarla.

¿Porque qué sería de ellos sin ese lugar de privilegio que cuidamos, reservamos y transportamos cada vez que nos mudamos de casa como nuestro bien más precioso?

 

Carmen Gazmuri Cherniak

Paris 10 de diciembre de 2022

(Estoy publicando estos escritos en una biblioteca de París, no tengo Internet en casa ni teléfonos de ninguna especie ¡y para nunca más!)

Write a comment

You need to login to post comments!