CARMEN FLORENCE GAZMURI-CHERNIAK

Escritos literarios – críticos, anuncios de nuevas publicaciones, libros editados. Artista-Pintora. Telas al óleo, gouaches y dibujos

Skip to: Content | Sidebar | Footer

Puede ponerse en contacto con Carmen Gazmuri-Cherniak a través
del formulario de contacto en el sitio.

EL REBAÑO DE MEDIOCRES – SORBONA 1985 Y UNA CARTA DE ERNESTO SÁBATO

15 Julio, 2021 (20:12) | Non classé

CARTA DEL ESCRITOR ERNESTO SÁBATO.  SANTOS LUGARES 5 DE FEBRERO DE 1985

Gracias, querida Florence, por tu tarjeta. Matilde me ha leído algunas paginas de tu tesis y realmente me parece infame que haya merecido esa calificación.

Animo! Tenés mucho talento!

Un beso.

Ernesto Sábato

 

         EL REBAÑO DE MEDIOCRES

 

 

         SORBONA 1985

 

 

  “LA MENCIÓN DEL JURADO”

 

 

          RECUERDOS MAFIOSOS

                                   Y

 

  UNA CARTA DE ERNESTO SÁBATO

 

Estimados Lectores de lengua hispana:

 

 NADEHZDA, la esperanza quedó resguardada al fondo de la caja de Pandora.

Hoy, decidí abrir la caja de Pandora, les contaré en dos episodios la obra canallesca que ejerció contra mi persona este país de adopción, reconozco con amargura el haberme equivocado y hoy, ya vieja con mis 67 años a cuestas, por desgracia no puedo tomar el avión, o más bien el tren que me levaría bien lejos, para tomar refugio en otro país.

UNA JUBILACIÓN DE MISERIA

Lo primero que se piensa de una persona que termina su vida con una jubilación de miseria de 800€ es que se lo merece, porque es una analfabeta, mediocre e impostora que merece terminar su vida con semejante propina estatal, o bien alguien que se echó al suelo sin diplomas, sin capacidades para ganarse la vida y que es una alcohólica, drogada que vive a costas de la sociedad.

Cuando es una profesora de español de la Enseñanza Media, la que recibe una jubilación del más bajo grado laboral, una jubilación de miseria de 800€, que aquí en Francia es el mínimo que puede recibir un ser humano, son tres cosas bien precisas las que se piensa de ella; se las voy a enumerar bien precisamente:

  1. Que se dedicó toda su vida a no hacer NADA, es decir a ser mantenida por alguien, ahora no siendo casada, es decir jurídicamente no estando “a cargo de ningún marido” ni descendencia, los pensamientos más bajos se despiertan en la gente, nadie pude imaginarse que se siga sola trabajando sin pedir nada a nadie y viviendo pobre y honestamente.
  2. Que sus capacidades intelectuales son de las más reducidas y ramplonas y que los jurados cumplieron su labor dejándola en la categoría más baja del grado universitario y laboral.
  3. Mi vida profesional y de artista despreciada en Francia es un caso de figura excepcional, ya que debería haber recibido en respuesta el reconocimiento justo a mis facultades intelectuales ya bien desarrolladas en mi país de origen, es preciso saber que yo no llegué estudiante sino ya profesional, y también en respuesta al trabajo de investigación que guiada por el Profesor Couffon, dejé a lo largo de mis años de bien mal llamado perfeccionamiento en la Sorbona.
  4. Allí no encontré más que un rebaño de mediocres e impostores.
  5. Antes de morir hay que dejar las cosas bien claras. La capacidad que ejerce la sociedad de calumniar y de injuriar impunemente que ya tengo bien experimentada, me obliga a prepararme y avanzarme a sus canalladas.
  6. Con las capacidades intelectuales más altas, habiendo recibido en mi país de origen, Santiago de Chile las notas más eminentes de todos mis profesores desde mis diecisiete años edad, fecha en la que fui bachiller y entré al primer año de la facultad de pedagogía en Castellano; durante cinco años consecutivos no dejé de acumular notas y premios de excelencia.

 Mi estupidez mayúscula fue la ignorar que en Francia la Educación Nacional es el gremio más mediocre que existe en el país.

Mi estupidez mayúscula fue la de idealizar Francia sin tener ninguna prueba que mereciera acordarle una gracia gratuita.

 Mi estupidez fue la de conocer Francia únicamente por el relato novelesco del pintor Hernán Gazmuri.

 Mi imbecilidad imperdonable fue la de venir a instalarme con mi Madre para que al final de su vida, por un infarto, su médico TRAIDOR, la torturase y la asesinara como el salvaje asesino que es.

Limitándome solamente al análisis de mis notas del jurado Sorbornad, es preciso afirmar que ellos sabían que dándome la peor nota, la “MENTION BIEN”, quebrarían para siempre mi carrera, dejándome con esta jubilación de miseria que le sirve al vulgo para reírse de mí, ironizar, y golpearme cada día con la sorna propia de los mediocres; el único objetivo que se han propuesto es que no escriba, que me calle, que no pinte y que al fin decida suicidarme, es el camino que eligen los débiles, pobres víctimas de injusticias y que ignoran el verdadero valor que poseen; no es mi caso.

Soy la hija del pintor Hernán Gazmuri y de CLARA G. Cherniak, pianista; yo soy la heredera de estos dos genios del arte; heredé de ellos sus cualidades de maestros en el conocimiento de su arte, y de su alto espíritu, ¡no sueñen con que un día hastiada de Francia decida suicidarme, eso jamás! 

¡El hastío y el odio son saludables defensas para continuar el camino de adversidad, no lo olviden nunca!

La herencia española y rusa impide todo desvanecimiento, estos miserables que encuentro en mi camino cada día, demuestran ignorar el valor y la fuerza vital de estas dos herencias.

Estos salvajes se quedan al acecho, observándome y se preguntan: “hasta cuándo soportará el desprecio y su miseria?”

Yo les respondo: ¿y ustedes? ¿hasta cuándo siguen vivos?, cuando me informarán de que ya se han muerto… ¡Ese día lo celebraré!

VAMOS A LA SORBONA 1985.

Recién llegada a Francia, con mis Madre totalmente a mi cargo, lo primero que tenía que hacer era ganarme la vida, y para ello, realizar “las equivalencias “en la Sorbona, era el primer paso que debía atravesar; una vez obtenidas, tuve la suerte de tener como director de tesis al Profesor Claude Couffon. Me ahorro comentarios, daría para un libro bien documentado, es una historia digna de contar en detalle.

Les cuento el final de la historia; mi odisea como postulante a          doctora que la mafia de la Sorbona no pudo soportar. Mi tesis tenía por título: L’Ecriture et le message romanesque dans Le Tunel d’Ernesto Sabato”

Mas de 300 P., que “el ilustre jurado” no anotó más que con una MENTION BIEN.

Lo que aquí en Francia es una nota “MEDIOCRE” ya que una tesis de la más alta calidad como lo es la mía, por los descubrimientos novedosos de la investigación, jamás antes descubiertos, por sustentarse la tesis entera en un sócalo de investigación científico, donde cada postulado es demostrado con los textos, de lo contrario no sería un estudio comparativo, por la calidad y riqueza del la lengua castellana, y por el dominio del conocimiento que tengo del tema abordado en calidad de especialista, y por fin por la calidad oratoria con la que fui capaz de defender mi trabajo universitario,  por todas estas razones, que son las que se exigen de todo postulante a doctor; yo debía necesariamente obtener el TRES HONORABLE AVEC FELICITATIONS DU JURY. Es lo que quiso Claude Couffon y lo que pensó Ernesto Sábato, he aquí su carta.

Más esto el jurado sorbonnard no podía aceptarlo, lo mismo ocurrió luego con mi doctorado, y con mi nota del CAPES Interno, ya que soy especialista de la obra de Ernesto Sábato.

¿Qué fue lo que les indignó a estos mediocres?

Que “la alumna” universitaria que yo era, ya profesora en ejercicio, se tomase la LIBERTAD de expresión que en el escrito tomaba acentos de ENSAYO y no la de una tesis de COMPILACIÓN, modalidad de trabajo que los jurados exigen ya que sus mentes de mediocres no aceptan que un PROFESIONAL demuestre las virtudes siguientes:

  1. Independencia intelectual.
  2. Que una “doctoranda” se salte “las etapas” de sumisión académica.
  3. Que la postulante a doctora ejerza la capacidad de una sólida cultura y por lo tanto una libertad y capacidad de redacción en la elaboración de la tesis que en mi caso no se sometió a un espacio de investigación reducido, mi tesis ofrecía un campo pluridisciplinario, el descubrimiento central de mi exégesis del personaje novelesco de El Túnel, fue un verdadero descubrimiento, todas las exégesis que existen hasta ahora son erradas.
  4. Este “jurado” carece de cualidades humanas, desde su bajeza, lo único que buscan es rebajar al postulante para sentirse superiores, es el método francés que utilizan correctores, jurados y casi todo el profesorado, estos tipos son todos de la misma calaña.

El Profesor Claude Couffon trató de intervenir en mi favor naturalmente, él sabía en qué consistía la calidad y la amplitud de mi trabajo de investigación; yo era su alumna dirigida por él.

Les dijo esto:

“si yo no le hubiese dado la libertad necesaria en su trabajo de investigación, pues estén seguros de que ella no habría redactado una sola página, su descubrimiento es de lo más inteligente y merece que Ernesto Sábato lo conozca, Sábato debe conocer este trabajo; voy a enviárselo.”

El jurado quedo APLASTADO.

Yo, acostumbrada a este tipo de mafias, que mi padre el pintor Hernán Gazmuri tuvo que sufrir en Chile, no sólo como pintor sino como Profesor universitario de Historia del arte; él me tenía bien aleccionada en este tipo de persecuciones de mafias académicas y artísticas, sólo que yo no sabía que aquí en Francia yo correría la misma suerte que sufrió mi padre en materia de persecuciones mafiosas que son cosa habitual en países latinoamericanos.

Francia está aún peor, está en más bajo nivel que los países del tercer mundo.

La baja nota que me plantaron no me afectó en nada, sólo en mi lucha por obtener un puesto de trabajo como yo lo merecía.

Claude Couffon le envió mi tesis a Sábato.

Les dejo aquí una de sus cartas;  mantuvimos una correspondencia epistolar durante largos años. Luego recibió mi tesis de doctorado que corrió la misma suerte en Francia.

El Profesor Claude Couffon quiso que me fuese España, para defender mi tesis apoyada por una Profesora madrileña, amiga de él, pero un traslado con mi madre era imposible sin dinero para una estada de dos años en Madrid.

Fue así como mi descubrimiento exegético sobre el personaje novelesco Juan Pablo Castel quedó escondido, y obtener una beca cuando la edad sobrepasa los treinta años es imposible.

 Mi Profesor me dijo, “este trabajo no puede perderse, aunque no pueda ir a España, debe editarlo con el título:

“TESIS-ENSAYO”

La Fuentes Italianas en EL Túnel de Ernesto Sábato y tres estudios comparativos.

LES SOURCES ITALIENNES DANS LE TUNNEL D’ERNESTO SÁBATO ET TROIS ÉTUDES COMPARATIVES.

En este momento, debido a la escritura de mis trabajo de ficción, no tengo tiempo ni ánimo de reescribir ese trabajo monumental; ya que las dos tesis son un corpus de 600 páginas.

El tiempo dirá, tal vez una vez resuelto mi problema funerario francés, el que me toma gran parte de mi tiempo con la redacción de mi libro, probablemente decida volver a esas dos tesis de juventud.

A esta primera infamia francesa la siguieron otras, del mismo estilo, Couffon me dijo:” pero ¿qué vino a buscar aquí en Francia, que no sabe que la Educación Nacional es el terreno más mediocre que tenemos en Francia?”

No, yo no lo sabía. De haberlo sabido, no habría huido de Chile, porque para mafias, en Chile ya las conocía y dicen que, “es mejor diablo conocido que otro por conocer.”

En fin, mi “misión artística” en Francia terminó.

Por suerte esta manada de mafiosos de la Sorbona ya está bajo tierra bien muerta, como todos los del jurado mafioso y correctores del CAPES Interno, no son más que profesorcillos mediocres que no son ni siquiera capaces de hablar correctamente el castellano. Son un rebaño de mediocres.

Y yo, por el momento sigo escribiendo y pintando sobre esta tierra infernal, me queda aún mi tiempo.

Por el momento, les confío esta corta carta de Sábato, verán que es la mejor calificación que he obtenido, esta calificación de Sábato aplasta la mafia de la Sorbona, y es mi mejor galardón universitario.

Por respeto a mis trabajos, por respeto a mis padres que se sacrificaron porque yo tuviese una carrera universitaria del más alto nivel que me permitiese afrontar sola la vida y por el recuerdo de mi Profesor Couffon y Sábato, tal vez me decida por fin a reescribir ese monumento. Tal vez…

Hasta pronto.

 

   Nadezhda Carmen Gazmuri-Cherniak

 

 

 

 

 

Write a comment

You need to login to post comments!