LOS PROFESORES DE EDUCACIÓN MEDIA EN FRANCIA
LOS PROFESORES
DE EDUCACIÓN MEDIA EN FRANCIA
Estimados Lectores:
Cuando llegué a Francia, recién diplomada de Pedagogía en castellano, y que comencé a enseñar en liceos privados, ya que para enseñar en los púbicos debía conseguir mi naturalización, quedé espantada del desequilibrio que existe con el nivel que teníamos en Chile, para comprenderlo hay que situarse en el contexto, en España y en todos los países colonizados por la madre patria, la enseñanza del castellano es la asignatura más importante del programa, tan importante como las matemáticas, aquí en Francia el equivalente es la enseñanza del francés.
Mi caída fue flagrante, porque aquí no existe la carrera de pedagogía, les basta adquirir tres años universitarios donde “estudian “lo que allá llamamos “la especialidad”, o peor que ocurre aquí es que la mayoría son franceses que deben antes de comenzar a estudiar el programa literario, deben aprehender la lengua española; no me esforzaré en describirles el desastre. En el terreno, una vez que han aprobado el CAPES, enseñan el español en francés, yo vi como programaban mis colegas las pruebas de sus alumnos, no lo creerán, las preguntas estaban escritas en francés y los alumnos respondían en francés.
Bueno, las cosas cambian, dado que ahora hay aquí en Francia una admiración por la ignoracia, y que la sociedad francesa marcha al revés, han dado puestos de diputadas a francas analfabetas y que la ignoracia total ha entrado a la Asamblea Nacional, ya que son domésticas las que toman la palabra, ¿qué se puede esperar? Yo enviaría sin discusión posible, a todos estos impostores, directo al manicomio.
El desastre comienza con el programa universitario, ya que estando ausente el programa paralelo de pedagogía que en Chile comprende siete ramos que se dividen en semestres y que éstos a su vez duran cinco años, aquí es olímpicamente reemplazado por el concurso CAPES o la Agregación; en lenguas extranjeras este famoso concurso es una parodia que les sirve para filtrar a los candidatos, y lo peor es que los exámenes son corregidos por profesores sin calificación especial ni grado superior al de los candidatos, en español, por ejemplo, los “correctores” tienen un nivel de primaria, esto me lo enseñó el Director de un liceo público, un hombre de gran cultura, inteligente, sensible y perspicaz, de origen español y que antes había entrado al ministerio como profesor de español, pero viendo el desastre que yo venía recién comprobando, él prefirió postular como “proviseur” y dejó la enseñanza.
Este director me aclaró el problema cuando las “correctoras” envidiosas me pusieron un cero en mi examen: “¿Pero que no sabe que aquí somos examinados conjuntamente a nuestras pruebas del CAPES, por nuestros propios compañeros?”
Si antes, paradójica situación, el nivel del profesorado secundario, era un abismo entre Chile y Francia, luego de corregir las copias del concurso que es el filtro que da la “titularización” que allá se logra con un programa doble de cinco años, especialidad y pedagogía, luego la práctica y la memoria, aquí es reemplazado por el concurso, si hay puestos libres, sacan la cuenta de cuantos candidatos aprobaran, los otros, ya sean de calidad o francos ignorantes, será revueltos, y serán recalados, yo tuve colegas que se presentaros siete veces al concurso, como eran jóvenes de veintidós años, sin cargas de familia; se entretenían en la competición; dado que no son capaces de hacer otra cosa que una “licencia” de tres años universitarios, donde el programa cuenta con las solas lecturas de libros y la asistencia a conferencias, lo que ha logrado el ministerio de la Educación Nacional es formar profesores de pacotilla, ignorantes titularizados que han logrado que el ascensor descienda al subterráneo del conocimiento. Las excepciones están formadas por algunos profesores que de familias cultas que se han adquirido una vasta cultura individualmente, ellos forman el grupo de las excepciones del país, las hay por supuesto, pero estas son tan ínfimas, que no han logrado salvar a Francia de su desastroso nivel educacional. Francia está situada en el último rango del nivel educacional europeo, lo que es la vergüenza nacional; ven ustedes, una golondrina no hace verano.
En mi época de ejercicio de profesora de castellano, los puestos de profesor eran tan escasos, mal pagados e inciertos, solo comparables a tratar de alquilar una HLM (Habitation à Loyer Moderée); ahora, luego de haber dejado pasar unos cuarenta años, la situación en lugar de corregirse se empeoró; los candidatos a la precariedad de la enseñanza se les escapan, y están dando el CAPES en rebaja (soldes)
En otro articulo les contaré lo que paso con mi CAPES Interno.
Con razón mi Profesor director de investigación Claude Couffon, me dijo:” Usted cometió el más grave error en querer ganarse la vida como profesora de español; ¿que no sabe que aquí, la Educación Nacional es el terreno más mediocre que existe en Francia?”
Ningún profesor, que ya diplomado en su país natal, y que ama su trabajo va a abandonarlo porque en país de exilio e inhóspito, lo desprecian, bien por el contrario, si yo hubiese demitido, habría despreciado el sacrificio y la espera de mi padre que me permitió estudiar y tener mi carrera, porque sin su ayuda, no habría cursado mis años universitarios tranquilamente en la facultad, sin trabajar y mantenida con una regia protección, la única obsesión de mi padre, era dejarme con un diploma que me permitiría “ganarme la vida” con los privilegios que otorga a todo profesor el ejercicio de su profesión, y no hablo de los beneficios económicos y de un puesto seguro nos dura allá toda la vida de ejercicio, me refiero al honor de estar encargada de formar cerebros a partir de la literatura, de tener el poder de desarrollar el espíritu crítico de la jóvenes generaciones.
Eso que adquirí con creces en mi país de origen, las Serpientes venenosas y las mafias de la jerarquía de la Educación Nacional francesa, me lo pisotearon, queriendo quebrarme y para que, como remate, no pudiese tener aliento para escribir, porque sabían que soy poeta.
Lograron mi derrumbe económico, eso es cierto, pero fracasaron en su proyecto de aniquilar mi arte. Mi única felicidad es escribir y pintar.
Ellos morirán como funcionarios mediocres, yo con mi resiliencia, sigo escribiendo en la miseria y en total independencia, he aquí mi poder indestructible, mi superioridad que dedico a mis padres y a mis Profesores que estarían felices de comprobar el resultado.
Nadezhda Carmen Gazmuri-Cherniak
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